para sorpresa de los dirigentes institucionales, la respuesta ciudadana a la exposición del proyecto de expansión del tranvía al sur de la ciudad celebrada el pasado lunes en el centro cívico de Hegoalde no fue precisamente amable. El alcalde, Gorka Urtaran; la consejera de Política Territorial y Medio Ambiente, Ana Oregi; y el diputado general, Ramiro González, se encontraron con una firme y bronca oposición a la construcción de un tranvía en Adurza y San Cristóbal, llamado a completar el eje norte-sur del transporte público en Gasteiz.

Las quejas sobre la disminución de aparcamientos, la contaminación acústica o la integridad del parque de María de Maeztu, donde estará la última parada, fueron los principales argumentos esgrimidos por los vecinos para rechazar lo que Zabalgana anhela.

Miguel Ángel Ruiz, uno de los presentes en la cita, cree que “ese tranvía no se está haciendo para el barrio, y para los universitarios tampoco”, y afirma que en el área hay 20.000 vecinos a los que con el trazado propuesto no se va a dar servicio. “En Abetxuko llega al final del pueblo, aquí lo ponen en una esquina; es totalmente ridículo”, sentencia.

Serafín Lahidalga, presidente del Consejo de Olarizu, es de la misma opinión. “Nosotros consideramos que subir por Las Trianas supone un gasto enorme de dinero”, señala, y por ello los vecinos plantean un trazado que lleve el tranvía hasta Jacinto Benavente, para dar servicio a Santa Lucía, y de ahí entrar en Adurza por Heraclio Fournier o el Paseo de la Zumaquera, “sin necesidad de hacer grandes obras”. Lahidalga recuerda que en un futuro en la Avenida de Olarizu se construirán “2.000 viviendas como mínimo”, y por ello considera que el tranvía debe pasar cerca de esta zona de expansión. Eso sí, en el Consejo de Olarizu son conscientes de que “será muy difícil conseguir estos cambios porque el trazado viene del Gobierno Vasco y nos dirán que si quieres lo tomas y si no lo dejas”.

Por otro lado, Lahidalga insiste, y más ahora que parece que el tranvía se va convertir en una realidad, en poner sobre la mesa una reclamación histórica de estos barrios, la construcción de un parking subterráneo en los parques de Hegoalde.

Óscar González de Abetxuko no es de Adurza, sino del barrio con el que comparte apellido, pero a pesar de ello decidió acercarse el lunes a la reunión de Hegoalde para escuchar y aportar su agridulce experiencia con el tranvía. “Sí, es un medio de transporte ecológico, moderno, cómodo y puntual, pero lo que no alcanzo a ver es el por qué empecinarse en meter este tipo de transporte con esas ruedas de hierro, esas catenarias, por el medio de la ciudad. Nosotros estábamos encantados de que llegara hasta Abetxuko, pero al meterlo por el centro ha matado toda la actividad, la circulación y la tranquilidad, hay vecinos que duermen a cinco metros y medio de las ruedas”, critica. Otro tanto ocurre, señala, en General Álava e Independencia, calles “desoladas, tristes y peligrosas”. Óscar cree que la llegada del tranvía hasta el corazón de Abetxuko tuvo detrás “intereses económicos, la cabezonería del PSE con Patxi Lazcoz a la cabeza, y el cambio de cromos del PNV a última hora”, y afirma que en Abetxuko cada familia paga 417 euros más de media al año por el uso del tranvía, pues “no hay tasas sociales, como en Tuvisa”.

Aunque las reacciones a la exposición del proyecto fueron muy duras, también hubo en la reunión voces que lo defienden. Una de ellas es la de Javier Mardones, quien cree que el tranvía es “una oportunidad para la zona”, porque “por fin se puede vertebrar el sur de la ciudad y el acceso al centro por medio del transporte público; ahora los autobuses hacen recorridos muy periféricos, y además el ratio inversión, potencial y acceso al ciudadano es el más rentable de toda la ciudad, es el más rápido de hacer y el más favorable, el que va a dar más servicio a estudiantes y a personas con problemas de movilidad”. Otra cosa, puntualiza, “son los aparcamientos”, pero en todo caso se declara “cien por cien a favor de este proyecto”.

Javier Sáez de Vicuña, vecino de Salbatierrabide, cree por su parteque el tranvía al sur “es una buena opción. Cuando se instauró por primera vez -añade- estábamos todos en contra y hemos visto que es una buena solución, incluso la ampliación a Abetxuko está funcionando y se descongestiona el tráfico del centro”. Además, recuerda, “también lo demandan Salburua y Zabalgana”. Eso sí, comparte con sus vecinos la preocupación por las plazas de aparcamiento que se puedan suprimir. “Es complicado, el nivel de población aumenta por esta zona, los coches también, y si nos quitan 200 plazas nos hacen una avería”, concluye.