samaniego - El conductor de una furgoneta que circulaba ayer por la A-124 salvó la vida por pura fortuna. El hombre, que conducía un vehículo de la bodega Eguren Ugarte, colisionó contra unos postes de madera instalados en tierra que atravesaron la chapa y el motor para clavarse en el asiento del copiloto que, afortunadamente, se encontraba vacío.
El accidente tuvo lugar a las 11.40 horas cuando el conductor, un joven de 27 años, circulaba por la A-124 a altura de la localidad de Samaniego. Por razones que se desconocen, al rebasar la carretera que se dirige a Villabuena de Álava el vehículo se adentró en el camino peatonal paralelo a la carretera, una vía que cuenta con una valla de postes de madera clavados al suelo para evitar la caída de peatones al barranco y que tiene aproximadamente entre seis y siete metros de profundidad. A consecuencia de la sucesión de colisiones que la furgoneta sufrió al golpear contra los postes de madera, algunos de ellos fueron clavándose en el propio morro de la furgoneta, atravesando tanto la chapa como el motor hasta acabar introduciéndose en el -por fortuna- desocupado asiento del copiloto en la carlinga. Finalmente, la furgoneta cayó por el terraplén hasta quedar detenida por los árboles y arbustos.
Tanto la Ertzaintza como una dotación de Bomberos de Laguardia y una ambulancia acudieron al punto del accidente para socorrer al conductor, aunque el joven sólo tenía pequeñas heridas. Sin embargo, el rescate fue complicado y se prolongó durante un tiempo porque la puerta se había quedado agarrotada. Por ello, los Bomberos tuvieron que forzarla para extraer a la víctima.
Posteriormente, el hombre fue trasladado a Vitoria, al Hospital de Txagorritxu, para ser atendido de sus heridas, en principio, de carácter leve. Mientras tanto, las personas que habían acudido a socorrer en primera instancia al conductor comentaban entre ellas hasta qué punto la suerte había sonreído al hombre, ya que los postes, ubicados en la parte derecha del camino, se habían clavado en la furgoneta sin causarle ni un solo rasguño.
orden de alejamiento Por otra parte, un hombre de 83 años fue detenido el pasado lunes como presunto autor de un delito de quebrantamiento de una orden de alejamiento hacia su esposa e hijo en el barrio de Coronación de Vitoria. La Policía Local informó ayer de que el arresto tuvo lugar a las 19.15 horas. Además, la guardia urbana intervino en diez accidentes de tráfico, uno de ellos un atropello en el que una mujer de 46 años resultó herida leve.
En otro accidente, que tuvo lugar en el cruce de las calles Fueros e Independencia hacia las 10.15 horas, un turismo atropelló a una mujer, que resultó herida de carácter leve y fue trasladada al Hospital Santiago. Un equipo de atestados investigaba ayer las circunstancias de este accidente.
Además, la Policía Local investiga también a un conductor de 47 años por un presunto delito contra la seguridad vial por conducir sin permiso de circulación, tras interceptar su coche a la altura del número 11 de la calle Portal de Bergara y comprobar que el hombre está privado del derecho a conducir por resolución judicial.
En otro orden de cosas, en el polideportivo San Andrés se produjo ayer una importante fuga de agua sobre las duchas del vestuario masculino, en la planta baja, que causaron humedades en el techo de un cuarto contiguo. Los Bomberos intervinieron pasadas las 6.00 horas y cerraron la llave de paso, escondida encima de unas lamas, para cortar la fuga de agua.
Por último, el viento registrado en la capital alavesa durante los últimos días motivó dos intervenciones de los Bomberos. La primera, el lunes, a las 10.10 horas, en la plaza de Euskaltzaindia, donde una chapa metálica del recubrimiento de la cubierta tenía peligro de caer a la vía pública, por lo que los integrantes del retén gasteiztarra afianzaron la chapa por medio de tirafondos y remaches en lugar de retirarla, para evitar que el viento afecte al resto de la cubierta, que quedaría desprotegida.
El segundo aviso se recibió ayer, a las 7.45 horas, desde la calle San Miguel de Acha, reclamando que los efectivos del cuerpo de Bomberos aseguraran el letrero de una empresa, que presentaba peligro de caerse. Los efectivos retiraron una parte y procedieron a sujetar y afianzar el resto del cartel.