¿Cómo se tomó su relevo en la dirección del CEA?

-Bien, no supuso una decepción en absoluto. El hecho de que sea Luis Orive la persona que asume el nuevo liderazgo del centro lo llevo como algo natural, porque él es el alma mater del CEA, el que lo ha desarrollado a lo largo de gran parte de su historia.

Deja a un lado cuestiones como los Montes de Vitoria y la polémica por su designación o no como Parque Natural, después de las fricciones entre instituciones de la pasada legislatura.

-Las fricciones son algo natural. En cuanto a los Montes de Vitoria todos estamos convencidos de que son un activo importante y que tienen un valor. Todos estamos por la labor de conservarlos, aunque no todos estamos de acuerdo en cuáles deberían ser las fórmulas de protección. El qué lo tenemos claro, es el cómo lo que tendremos que ir afinando.

¿Qué hace un biólogo como usted al frente del proyecto europeo de rehabilitación del barrio de Coronación?

-No deja de ser una pata más de todas las que desarrollamos dentro del área de información e innovación que dirijo ahora en el CEA.

Si fuera un vecino de Coronación, ¿cómo debería sentirme ante este proyecto? ¿Ilusionado, intrigado, asustado?

-Asustado en ningún caso. Este tipo de intervenciones se plantean para que sean voluntarias, para que se anime a participar aquél que esté convencido y vea en esto una oportunidad para mejorar la habitabilidad de su vivienda, y una oportunidad económica por el ahorro que le pueda suponer un hogar más eficiente.

Al menos los que puedan permitirse el gasto. Se habla de unos 10.000 euros por vivienda, unos 80 euros por hogar al mes, pero para algunas familias eso es un mundo.

-Eso es algo que habrá que ir resolviendo. Las posibilidades económicas a nivel familiar no son similares, y es cierto que ese esfuerzo de asumir una inversión de 10.000 euros, aunque se distribuya a lo largo del tiempo, puede ser inabordable para algunas familias. Ahí es donde debemos estar a la altura y favorecer soluciones con ayudas que hagan que ninguna familia interesada se vea privada de formar parte. Además, desde el punto de vista energético hay un porcentaje importante de la población que tiene problemas para pagar su factura porque sufre pobreza energética. Este proyecto también trata de ahondar en ese ámbito.

¿Y con qué líneas de ayudas y financiación, por parte de las entidades bancarias, van a poder contar?

-Ahí no puedo trasladar mucha información porque es un aspecto que depende directamente de Visesa. Hubo acercamientos a distintas entidades financieras y lo lógico es que se materialicen en unos marcos adecuados y atractivos de financiación, además de a través de las líneas de ayudas de las administraciones.

¿Qué dudas le transmiten los vecinos del barrio con los que ha tenido oportunidad de hablar?

-Algún propietario te dice que él ya reformó en su momento toda su vivienda, que cambió las ventanas, arregló la fachada, cambió la caldera... ¿Por qué me voy a tener que meter otra vez en una obra?, me preguntan. Les digo que en esos casos no hay ningún problema. El que haya realizado esas intervenciones y esté satisfecho, perfecto.

Entiendo que también será necesario concienciar a los vecinos, no sólo arreglar sus casas.

-Claro, no puedes plantear un edificio lo más eficiente posible y luego que los vecinos sigan abriendo las ventanas de par en par para ventilar sin que sea necesario, o dejen las luces dadas más de lo que deben, o incorporen electrodomésticos con un consumo desorbitado. Porque además eso hay que monitorizarlo en cada vivienda para que los inquilinos sepan cómo les va y nosotros podamos reportar a la comisión europea en los informes semestrales.

Le preguntaba cómo debería sentirse un vecino de Coronación ante este proyecto. ¿Y uno de Zaramaga?

-No hay que olvidar que esto es un primer paso dentro de la estrategia local de lucha contra el cambio climático, donde están identificadas una serie de líneas de actuación. Este proyecto era una ocasión magnífica para arrancar que no podíamos dejar pasar. En Vitoria hay 43.000 viviendas edificadas entre 1960 y 1980 que no cumplen los estándares de eficiencia energética, y eso es una oportunidad no sólo para el barrio de Coronación, también para Zaramaga, Adurza, San Cristóbal, Ariznabarra... No podemos arrancar con esas 43.000 viviendas de golpe, ojalá.

¿Cuándo se firmará el acuerdo con la comisión europea? ¿Será este mes?

-El plazo marcado por la comisión para la firma del contrato es antes de final de año, pero estaremos en disposición de hacerlo un poco antes para poder irnos de vacaciones de Navidad más tranquilos.

¿Cuándo arrancará el proyecto oficialmente?

-Lo normal en estos casos sería que se pusiera en marcha a principios de enero, pero vimos un problema porque el seguimiento que va a hacer la comisión durante los cinco años y medio de duración del proyecto es semestral y vimos que iba a coincidir con Navidades y agosto, así que es más operativo arrancar en febrero.

¿Pero cuándo se iniciarán las primeras intervenciones?, ¿cuándo verán movimiento en el barrio de Coronación?

-No lo sabemos todavía, pero las primeras actuaciones no serán antes de 2017. El año que viene lo dedicaremos a concretar los temas, comunicar el proyecto... Necesitamos tiempo. Entiendo que esto genera inquietud y muchos vecinos posiblemente están inquietos y creen que falta información.

¿Cuándo empezarán a recibir esa información los vecinos?

-Concebir un espacio para convocar a todo el vecindario es complicado, porque estamos hablando de un ámbito de unas 1.800 viviendas que pueden formar parte del proyecto. El plan es realizar no una sino varias convocatorias más pequeñas para que no haya ningún vecino interesado en la iniciativa que quiera aportar algo o informarse y se quede fuera del proyecto. En cualquier caso, serán antes de febrero.

¿Han decidido ya dónde su ubicará la oficina central de información?

-Se han estado buscando distintas ubicaciones y parece que será un local en el Casco Viejo. Queríamos una ubicación que no comprometiera un gasto de rehabilitación. Esperemos tenerla disponible lo antes posible para que pueda funcionar como referente en el ámbito vecinal y empresarial y se pueda explicar a todo el mundo que esto es una gran oportunidad.

¿Una gran oportunidad para quién?

-Para toda la ciudad. La parte más relevante y que está teniendo mayor repercusión, y es normal, es la rehabilitación de las viviendas, pero también favorecerá la economía local, se incorporará el sector de la construcción, que lo está pasando muy mal después de esta crisis... Coronación puede ser un catalizador perfecto para ese nicho de oportunidad.

¿La ciudad está preparada para apostar por los vehículos eléctricos, algo que se quiere implementar como parte de esta rehabilitación?

-No debería haber dudas. El handicap principal es el miedo a lo desconocido y el sobrecoste de un coche eléctrico respecto a uno tradicional. Por eso puede ser interesante que el sector de los taxis apuesten por estos vehículos. Queremos orientarlo todo no a que las familias cambien sus coches por vehículos eléctricos, sino los profesionales y los negocios. Si un comercio tiene que sustituir su furgoneta para distribuir la fruta, por qué no adquirir una eléctrica, o un triciclo eléctrico, o una bicicleta de carga para hacerlo.