Gasteiz - Antes de finalizar su legislatura como alcalde, el exregidor Javier Maroto decidió inaugurar el remodelado Palacio Europa a pesar de que las obras estaban sin acabar. Eran días preelectorales y el 6 de mayo, las empresas que trabajaban en la obra recibieron la orden de retirar la grúa y colocar maceteros y césped artificial a las puertas del edificio para dar la bienvenida al rey de España, Felipe VI, cuyo discurso abrió el Congreso Nacional de la Abogacía. De eso hace ya cuatro meses. Cuatro meses en los que la UTE responsable de los trabajos ha seguido inmersa en una cara y larga reforma que aún a día de hoy no se sabe exactamente cuánto va a costar a la ciudad. Es más, las empresas adjudicatarias tuvieron que solicitar una ampliación del plazo de obra porque no llegaban a tiempo. Finalmente, a finales de junio, el Ayuntamiento fijó el 7 de septiembre como fecha de entrega de la obra atendiendo a los argumentos de la empresa, que aseguraba que los eventos electorales (EH Bildu celebró allí su mitin central de campaña) y congresuales habían limitado su capacidad de trabajo.
Ayer, técnicos del departamento de Urbanismo se acercaron a la Avenida para revisar el estado del edificio y comprobar si la reforma por fin ha concluido; una labor de evaluación que aún se lleva a cabo y que se puede extender un mes hasta ver si la obra se da por buena, explican desde el Consistorio donde, de momento, no se tiene constancia de nuevos retrasos. Ahora, hay que comprobar punto por punto si se ha cumplido el contrato. En caso de que no sea así, el Ayuntamiento tendría que sancionar a la firma con una multa siempre que carezca de justificación para el retraso. Retrasos en la construcción y ejecución de proyectos y obras que se han repetido con demasiada frecuencia los últimos años en Vitoria.
El proyecto de rehabilitación ambiental y ampliación del palacio de congresos se puso en marcha la pasada legislatura para conseguir un inmueble más funcional y confortable, más eficiente energéticamente, es decir, menos costoso en consumo de agua y energía, y menos contaminante con el medio ambiente, y capaz de atraer congresos de mayor tamaño a la ciudad. Una vez acabadas las obras, el Ayuntamiento cifró en un 60% menos el gasto de energía que tendrán las arcas municipales; ahorro que habrá que comprobar a partir de ahora comparando las facturas. El Europa se compone de tres alas principales. El ala norte está rehabilitada y alberga congresos y reuniones. El ala sur (el polideportivo de antes), se ha reformado para destinarlo a uso expositivo. Por último, en la zona central se construye un nuevo auditorio con mayor aforo (de 1.499 a 5.700 personas).
En un principio, los planteamientos, objetivos, metodología y acciones de mejora de la eficiencia y de reducción de impactos ambientales aplicados en el palacio de congresos deberían servir de referencia en el futuro para la rehabilitación de otros equipamientos y edificios. No obstante, también hay voces que dudan sobre el futuro ahorro energético y que han criticado con dureza el gastos, por ejemplo, que supondrá el mantenimiento de la fachada vegetal del Europa. La obra del Europa, uno de los proyectos estratégicos del anterior gobierno del PP, forma parte de la reforma de la Avenida de Gasteiz con la que el Ayuntamiento ha arreglado una de las principales arterias de la ciudad, que ya estaba obsoleta, adecuándola a los nuevos patrones del urbanismo con los que se pretende dar más espacio a los peatones, transporte público y ciclistas, además de reducir la velocidad de los coches.