el próximo mes de septiembre, el gobierno municipal vitoriano se reunirá con la Comisión de Blusas y Neskas para tomar una decisión definitiva sobre la carrera de burros del Día de Santiago, que mañana podría vivir su última edición. Cada año la presión sobre esta competición es mayor, y a los colectivos defensores de los animales se ha sumado en esta ocasión la mitad de la Corporación municipal gasteiztarra, pues EH Bildu, PSE, Irabazi y Sumando-Hemen Gaude han respaldado el manifiesto dado a conocer esta misma semana, en el que se reclama el fin de este evento y también de la feria taurina de Gasteiz.

DIARIO NOTICIAS DE ÁLAVA ha sondeado a diferentes miembros de las cuadrillas de blusas y neskas vitorianas para recabar su opinión sobre un acto que, precisamente por las críticas que despierta, se ha moderado en extremo en los últimos años. Atrás ha quedado el maltrato que se ejercía sobre los animales hace años, los jinetes tienen la orden expresa de la comisión de no pasarse ni media con los pollinos, pero quizá ya es demasiado tarde.

Quienes se oponen a esta práctica afirman que más allá de que ahora no se golpee a los animales, éstos sufren la mañana de cada 25 de julio como una inexplicable ginkana sobre asfalto, asustados por el ruido y la multitud, y eso basta, a su juicio, para decretar el veto definitivo a la carrera.

Entre los blusas sondeados hay firmes defensores de la competición y otros no tanto, hay a quien incluso no le agrada, pero todos critican que se ponga el foco sobre un evento que no tiene nada que ver con lo que fue en su día.

Abel Serrano, biznieto de Celedón, no es un gran fan de la carrera, y de hecho hasta hace unos pocos años no iba porque no le gustaba lo que veía allí. Efectivamente, hubo tiempos en los que había barra libre y los límites sólo los ponía el juicio de cada cual. Sin embargo, Abel cree que el cerco al evento no tiene sentido ahora que la cosas han cambiado. “Llevamos tres años haciendo un esfuerzo, cumpliendo todas las normas que nos han puesto, hemos cumplido con todos los requisitos que nos pedían, y da la casualidad de que ahora, después de poner mucho de nuestra parte, de insistir a quienes montan en que no pueden pegar al burro, que sólo se puede subir uno, que no se le puede obligar a avanzar... Ahora que más énfasis ponemos en hacerlo todo bien es cuando nos intentan atizar, cuando más caña nos meten”, lamenta Abel, que cita al presidente de la Comisión de Blusas y Neskas, Luis Izaga. “Mientras nos den el permiso lo haremos, el día que los políticos nos digan hasta aquí, hasta aquí”. Y ya está. Eso sí, Abel exige a los partidos políticos que pongan el mismo énfasis en acabar con otras formas de maltrato animal en la ciudad con una de las ordenanzas protectoras más avanzadas del Estado.

“Es sorprendente ver cómo los partidos firman un papel en el que se muestran en contra de la carrera de burros porque es un maltrato, pero deberían ser consecuentes y prohibir también los toros (el manifiesto se opone a los festejos taurinos, pero en agosto habrá una vez más Feria de La Blanca ), y tendrán que quitar los fuegos artificiales porque se estresan a los animales de compañía y a los de los Montes de Vitoria. Yo pido un paso más -enfatiza-, que continúen con este paso y acaben con las ferias taurinas. No lo van a hacer, no se van a atrever”.

Abel cree, en todo caso, que la carrera está condenada a desaparecer. “Yo creo que el PNV quería quitarlo este año pero no se ha atrevido, ha tensado la cuerda para ver si la Comisión daba el paso y ellos se libraban”, afirma, y con respecto a las 11.000 firmas que se han recogido para prohibir la carrera, que “habrán pesado”, advierte de que “no son firmas de vitorianos, pueden ser de Australia o de Noruega, tal y como se han conseguido puede firmar cualquiera”. Las adhesiones se han recabado a través de la plataforma digital change.org.

Daniel Gonzalo-Bilbao es miembro de Basatiak, y tampoco es un entusiasta de la carrera de burros, al igual que su cuadrilla. “Nuestra postura no es ni a favor ni en contra, no tenemos ganas de polémica ni de hacer política relacionada con los animales; nos apuntamos porque queremos participar en la mayoría de los actos que se celebran en las fiestas, no porque sea ese acto concreto, si tuviera que salir de nuestro bolsillo no lo haríamos”, afirma.

Eso sí, “no vemos el maltrato como tal, antes sí se les golpeaba, pero en los últimos años se ha respetado bastante, lo único que se hace es que otra persona va ayudando a avanzar al animal por delante, pero en ningún momento se le golpea”, afirma. Así pues, Daniel considera que esta polémica tiene una única base de fondo: “Hoy día todo el mundo busca criticar cualquier cosa”.

Anartz Gorrotxategi, además de ser miembro de Gasteiztarrak, es jinete en la carrera. Anartz vive en Maeztu (es su alcalde, de hecho), convive a diario con el ganado y tiene muy clara su opinión con respecto a la carrera de burros. “Aquí todos tenemos voz y voto, yo respeto al que defiende a los animales, yo también lo hago, pero no comparto su forma de hacerlo. Igual es que tengo una visión distinta a la gente de ciudad, pero yo no creo que haya maltrato. Lo habría si nos ponemos a darles con palos, y en cuanto al maltrato psicológico, todavía no creo que haya psicólogos de animales, no creo que el animal sufra ni cómo se cercioran de que es así. La comisión prohibió terminantemente hace ya años golpear al burro, sólo se puede tirar de la cabezada o darle con los pies”.

Por ello, “tal y como se están haciendo las cosas ahora”, Anartz considera que “no debería haber ninguna pega, pero cada uno es libre y tiene su opinión”. El blusa de Gasteiztarrak no sabe “cómo acabará todo esto, aunque buena pinta no tiene”, y no le parece bien. “Esto no es como antes, me parecen bien las medidas que se han tomado en los últimos años, y yo soy el primero al que le gusta la naturaleza, pero nadie me va a enseñar cómo se tira de un animal”, firma Anartz, que ve más maltrato psicológico cuando “se tiene a un perro en un piso de 50 metros cuadrados”. Anartz, además, censura que los partidos políticos hayan entrado en el debate, y recuerda cómo, por ejemplo, en Iruñea EH Bildu no prohibe los encierros. “¿Los toros no sufren?”, se pregunta. En cuanto a las firmas recabadas, el blusa de la cuadrilla Gasteiztarrak se pregunta si también habrá que buscar apoyos en el sentido contrario.

Anartz, en definitiva, cree que se pueden conjugar “el respeto a los animales, a las personas y a las tradiciones, que se pueden cambiar en las formas, efectivamente, pero el fondo puede ser el mismo”.