Amurrio - La adaptación a los nuevos tiempos a la que ha sido sometida la vialidad de la calle Zabaleko del barrio San José de Amurrio ha traído consigo la eliminación del 10% de las plazas de aparcamiento existentes en la zona y la consiguiente preocupación vecinal en torno a dónde aparcarán sus vehículos. Y es que si bien la medida ha sido “indispensable” para poder realizar la remodelación del barrio, dando prioridad al peatón y aumentando su seguridad, la incertidumbre ciudadana en esta materia tiene su lógica.
En este sentido, el Ayuntamiento está pensando construir un parking en el apeadero de Iparralde, que da servicio a la zona norte de Amurrio que comprende los barrios de San José y Juan de Aranoa o Alkinar. Para ello, la primera necesidad pasa por hacer una reserva de suelo para este cometido, algo que se contempla en el Plan General de Ordenación Urbana en el que se trabaja desde hace más de cuatro años y que ahora se encuentra en fase de exposición pública. De hecho, el documento recoge esta iniciativa como una medida estratégica en materia de movilidad, aunque no es la única.
Otras de las propuestas hablan de dar una mayor centralidad a la estación de tren central de la calle Dionisio Aldama, “mejorando sus accesos y aumentando su relación con la calle Aldai”; aumentar las comunicaciones peatonales entre las Juntas Administrativas; y finalizar la carretera de entrada al pueblo desde Ayala “para evitar tráficos pasantes en dirección a Artziniega u Orduña por el centro urbano”. También se contempla construir un amplio paso subterráneo bajo las vías del tren en Boriñaur, de cara a “abrir Amurrio al río Nervión, solventando la división en dos franjas del núcleo causada por el tren”, y con ello integrar el Parque Lineal del Nervión en el centro de la villa.
“El plan aprobado inicialmente trata de sentar un marco adecuado para avanzar en aspectos socio-económicos distintos al meramente urbanístico, tales como la movilidad, la gestión de residuos, el sector primario o el turismo, y sobre dos premisas importantes: evitar el consumo de nuevos suelos y priorizar siempre que se pueda la rehabilitación a la construcción de nuevas edificaciones”, apunta la alcaldesa, Josune Irabien.
No en vano, el techo de viviendas a construir en Amurrio durante los próximos 10 a 15 años está fijado desde el Gobierno Vasco en 1.536, por lo que otra de las medidas que se barajan en el nuevo planeamiento, y en relación al ámbito más rural, es flexibilizar las condiciones de segregación de caseríos, la introducción de nuevos usos terciarios y la colmatación de la trama urbana, así como posibilitar pequeñas actuaciones de vivienda protegida en pueblos como Delika y Baranbio.
Las alegaciones al plan se pueden presentar en las oficinas municipales, en horario de 09.00 a 14.00 horas, todos los días hábiles durante dos meses, a partir del día siguiente a la publicación del anuncio en el BOTHA. Para conocer su contenido, el Ayuntamiento ha puesto en marcha diferentes espacios o canales que van desde la propia web municipal hasta la reunión abierta a la población que tendrá lugar a las 18.30 horas del 3 de marzo en el edificio Catequesis, hasta la exposición del documento que recorrerá el municipio. Esta semana ha estado en el hall del polideportivo y la semana próxima se trasladará a La Casona. Del 2 de marzo al 16 de abril estará en el sótano de las oficinas generales de la Casa Consistorial, con servicio de guía para aclarar dudas.