vitoria - Un juzgado de Vitoria ha condenado a la Diputación Foral de Álava a indemnizar a los dueños de tres perros que el Ejecutivo de Javier de Andrés sacrificó en 2013 alegando que habían estado en contacto con una perra enferma de rabia en Toledo, según informó ayer en un comunicado la asociación protectora Asaam. Tras el sacrificio de estos animales, sus propietarios demandaron al Gobierno popular por su muerte, para lo que recurrieron al apoyo de esta asociación protectora y de una abogada.
En su demanda, alegaron que no existía prueba fehaciente de que hubiera existido contacto directo entre estos animales y el foco de rabia de Toledo. Además, señalaron que los perros fueron decomisados por la Diputación para ser puestos en cuarentena, sin haberles comunicado que, en realidad, se los llevaban para acabar con su vida.
Los demandantes apuntaron que la Administración Foral alavesa “faltó a la verdad” al publicar que los animales habían sido sacrificados en el centro de protección animal de Armentia, cuando “habían negado tajantemente que hubieran ingresado allí”. Año y medio después de la interposición de la demanda, un juzgado de Vitoria ha dictado sentencia y ha estimado la demanda interpuesta, aunque sólo parcialmente. Así, el fallo señala que la “falta de información” a los dueños “sí configura un funcionamiento anormal de la Administración, causante de un daño moral que se puede concretar en la lógica desazón y preocupación provocada por el desconocimiento del destino de sus perros en ese período de tiempo”.
El Juzgado fija como indemnización la cantidad de 500 euros por cada uno de los perros sacrificados. No obstante, la sentencia no pone en duda la corrección jurídica del sacrificio de los animales, al entender que la Diputación “adoptó la medida que correspondía legalmente, de forma proporcionada y adecuada a la gravedad de las circunstancias”. El Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente avaló esta actuación con un informe remitido al juzgado, en el que declaraba que “no se podía descartar” que los perros sacrificados hubieran tenido contacto con el foco de Toledo. - Efe