gasteiz - Una vecina del barrio vitoriano de Lakua-Arriaga, que se encontraba tranquilamente en su domicilio en los instantes previos a la Nochebuena, recibió el que fue probablemente uno de los mayores sustos de su vida cuando vio cómo alguien hurgaba en su cerradura. Dos ladrones trataban de acceder a su casa.
Tras mirar por la mirilla observó cómo dos individuos manipulaban primero la cerradura de la puerta de su vecino y posteriormente la suya, tras lo cual alertó a su marido del incidente y llamó a la Ertzaintza. El hombre, junto con varios amigos, consiguió retener a los dos sospechosos hasta la llegada de una patrulla. Los dos individuos habían sido localizados en el rellano de la escalera tratando de abandonar el lugar tras ser descubiertos.
Tras personarse una patrulla de la Ertzaintza, los agentes arrestaron a los dos sospechosos, que portaban un destornillador y un plástico de los habitualmente utilizados para forzar las cerraduras, según informa Efe.
Asimismo, entre las pertenencias que llevaban se localizaron una pulsera, tres anillos, dinero en metálico y dos teléfonos móviles cuya procedencia se investiga. Los dos arrestados, de 26 y 36 años, fueron trasladados a dependencias policiales para realizar las correspondientes diligencias y posteriormente ser puestos a disposición judicial.
Para evitar este tipo de robos, la Ertzaintza aconseja, sobre todo durante estos días, debido a la movilidad de los ciudadanos para la celebración de las fiestas de Navidad, que se cierre la puerta de la vivienda siempre con llave, aunque el periodo de ausencia previsto sea muy corto.
También recomienda que no se facilite el acceso a personas desconocidas a la comunidad de vecinos y que se avise a la policía siempre que se detecte algún movimiento sospechoso.
cocaína y speed Por otro lado, un hombre de 44 años fue detenido en la madrugada del pasado día 24 por la Ertzaintza acusado de traficar con cocaína y speed en un bar de la capital alavesa.
Los hechos tuvieron lugar pasadas las 01.30 horas, cuando los miembros de una patrulla de seguridad ciudadana de la Ertzaintza que circulaban por el barrio de Arana escucharon fuertes ruidos procedentes de un bar.
Ante la posibilidad de que se estuviera produciendo un altercado, los agentes se dirigieron al local y en el momento de su entrada algunos de los presentes reaccionaron de manera nerviosa, tratando de esconder algunas de las pertenencias que portaban. La sospecha sobre la posesión de drogas fue inmediata.
Los ertzainas procedieron a la identificación de varias personas y comprobaron que un varón portaba ocultos a la altura de la cintura siete envoltorios de plástico en cuyo interior había una sustancia en polvo de color blanco, que su dueño reconoció que era cocaína.
En uno de los bolsillos del pantalón llevaba también más de mil euros y sobre la barra del bar, a su lado, había un bote que contenía un polvo blanco, supuestamente speed, por lo que fue detenido.