No se trata de sentimentalismos. Trebiño quiere dejar de ser el agujero del mapa vasco e integrarse administrativamente en Álava por una mera cuestión práctica. Vitoria es la capital más próxima, donde los vecinos de este enclave realizan compras, trámites, consultas médicas... Allí lo hacen todo o lo intentan, porque a veces la pertenencia a Castilla y León provoca situaciones absurdas, molestas e incluso dramáticas. Kilométricos traslados hospitalarios a Burgos, camiones de Bomberos que nadie sabe desde dónde mandar, ambulancias que no llegan... Es paradójico.

Es muy probable que la intentona en la que llevan tiempo embarcados los dos ayuntamientos de Trebiño, una ley orgánica que el Parlamento Vasco aprobó y que va a llevar a las Cortes el próximo mes para su votación, caiga en saco roto. Pero, a la vez, su lucha cuenta con más apoyos que nunca. Ayer, personalidades alavesas presentaron un manifiesto de respaldo a la causa al que esperan que se siga adhiriendo más y más gente.

En la lista hay actores, músicos, escritores, bertsolaris, periodistas, sindicatos, colectivos sociales... Son Gorka Aginagalde, Evaristo, Josu Zabala, Mikel Urdangarin, Bingen Mendizabal, Juan (de S.A.), Iñaki Ortiz de Villalva (de Betagarri), Toti Martínez de Lecea, Karmele Jaio, Bernardo Atxaga, Juan Ibarrondo, Joxean Sagastizabal, Gorka Ortiz de Urbina, Eneko e Iker Pou, Juanito Oiarzabal, Juan Vallejo, Alberto Zerain, Oihane Perea, Felipe Zelaieta, Irati Anda, Manu García, Iñaki Lasagabaster, Fernando Palacios, LAB, ELA, ESK, STEE-EILAS, CCOO, Hala Bedi Irratia y Bilgune Feminista. Una nutrida representación artística, social, intelectual y trabajadora del territorio que insta a Madrid a “resolver de inmediato la injusta y muchas veces dislocada posición” que acompaña el día a día del enclave.

A través del manifiesto, titulado Por la integración de Trebiño en Araba-Por una solución definitiva, los suscribientes quieren trasladar a la opinión pública en general y a los partidos políticos en particular “la necesidad de comprometerse por una salida que acabe con este anacronismo”. Ellos quieren confiar en que la proposición que llegará en noviembre al Congreso de los Diputados sea la última y acabe con final feliz. “Porque, ¿cuántas más van a hacer falta para solucionar el contencioso, cuántas movilizaciones, reuniones, ruedas de prensa más?”, inquirieron.

A su juicio, acabar con el conflicto en favor de los deseos de Trebiño “es posible si hay voluntad política”. Pero ése es el problema. Que parece que no la hay. Representantes de las Cortes han asegurado a lo largo de estos meses, desde que el Parlamento Vasco aprobó la iniciativa -con los votos a favor del PNV, Bildu y PSE, y la abstención de PP y UPyD- que ésta recibirá el rechazo contundente de Madrid.

La rendición no entra ya en los planes ni de los ayuntamientos de Trebiño ni de quienes les apoyan en su pelea. Los firmantes del manifiesto destacaron su compromiso inalterable con los vecinos y les animaron a contar con ellos. “El problema de Trebiño no es sólo de los trebiñeses, es del conjunto de los alaveses”, subrayaron.