amurrio - La villa amurrioarra afrontó ayer su sexta y última jornada festiva en honor a Nuestra Señora de la Asunción y San Roke tras una noche en la que la juventud de la villa sacó a la calle toda su imaginación en forma de carrozas tiradas por enormes tractores. El resultado del ya tradicional desfile de cuadrillas, que volvió a congregar a un numeroso público a lo largo de todo el recorrido, se conoció pasada la una de la madrugada. Al final, la aldea gala de Asterix y Obelix que sacaron a pasear los Euskotarrak se hizo con la primera posición, seguido de la original casita voladora tirada por globos de la película Up por la que apostó Dantza Lagunak, y el no menos vistoso punto de conexión a Internet que crearon los de El Boli. El cuarto puesto fue para la caja de música de los Trot-Art, que contó hasta con bailarina; mientras que el quinto se lo llevaron los Herriarenak con una recreación de la cruenta guerra de Israel contra la franja de Gaza, mediante la que hicieron su particular denuncia del conflicto palestino-israelí.
Por la mañana y la tarde, en cambio, tocaba reponer fuerzas y las principales actividades del día se desarrollaron en las campas de la ermita de San Roke, que desde las nueve de la mañana comenzaron a llenarse de decenas de amurrioarras dispuestos a participar en los concursos de tortilla de patatas y bacalao al pil-pil, organizados por el club de montaña local Mendiko Lagunak para el último día de fiestas.
Cazuelas, bombonas de butano, botellas de todo tipo de líquido, peladuras de patata y cáscaras de huevo regaban un recinto salpicado de grupos de personas, de todas las edades, que disfrutaron de lo lindo de la jornada gastronómica. Muchos fueron los grupos de jóvenes que, tras días de juerga continuada, aprovecharon las campas de este envidiable entorno natural para dar un merecido descanso al cuerpo.
Mientras, los 10 participantes en el XXXVIII certamen de bacalao al pil-pil y los nada menos que 52 del décimo quinto concurso de tortilla de patata, daban los últimos retoques a sus platos, antes de presentarlos a la una del mediodía. Un poco alejados del barullo se encontraban la veintena de aficionados a la gastronomía de la localidad que, desde las 8.30 horas y entre delantales, siete enormes cazuelas, brasas y parrillas, se encargaban de realizar la comida popular de las tres de la tarde, a base de arroz, morcillas, vino y pan. “Son en torno a cien kilos de arroz y carne, repartidos en siete enormes paelleras, que suelen dar para 1.400 raciones, al precio simbólico de 1,5 euros el plato. Si sobra lo llevaremos al colegio de niños con discapacidades psíquicas de Menagarai, aunque llevamos varios años que no quedan ni las migas”, explicaron los cocineros. Junto a ellos se encontraba la familia Burutxaga, encargada este año de suministrar y asar los cientos de kilos de morcilla que acompañan la paellada.
Despedida y cierre A las 14.00 horas se hizo entrega de los premios de los concursos gastronómicos, según las puntuaciones que habían otorgado en la cata los jueces expertos en la materia. En el certamen de bacalao al pil-pil resultó vencedor de la categoría general Negrete de Barakaldo, seguido del txoko local Garobel; mientras que en local, el máximo galardón fue para Josemi, quedando la primera posición de la sección de cuadrillas de fiestas para los Herriarenak, ya que Dantza Lagunak se hizo con el tercero de la general. Por su parte, en el certamen de tortilla de patata venció María Balado, de Amurrio, seguida de Txomin y Ziortza, de Euskotarrak, y Dantza Lagunak. De esta forma, en la sección reservada a las cuadrillas se impuso Herriarenak, seguida de Gorka, de Euskotarrak y Efrén, de Trot-Art.
A las cuatro de la tarde, pequeños y mayores pudieron disfrutar de la ya tradicional romería con el grupo Orots y, tres horas después, llegó la hora de descender al centro del pueblo para acudir a los últimos actos del programa festivo, que consistieron en partido de fútbol, teatro de calle y una verbena de la mano de Patxi Pérez eta Konpainia. Con ella llegó el momento de acompañar a Iguarrako en el vuelo de retorno a su guarida, con el encendido de bengalas y el disparo de baterías pirotécnicas. La despedida de la mascota, que se perdió de vista en la noche llevándose consigo los chupetes de los txikis del lugar, vino precedida de un desfile de disfraces, a cargo de vecinos. Un auténtico broche de oro a seis días de jolgorio.
Gastronomía. Amurrio reserva, año tras año, un importante hueco de su programa festivo a actos tradicionales de gran arraigo popular. Entre estas citas con Label el jueves (Día de las Cuadrillas) tuvo lugar la XVIII Exposición y concurso de productos caseros en la plaza Juan Urrutia. Medio centenar de baserritarras de toda Euskal Herria acudieron a vender desde hortalizas, frutas, queso o productos cárnicos, hasta miel, sidra, txakoli o pastel vasco, además de artesanías.