Gasteiz - Por sorprendente que parezca, hay empresas que se olvidan de pagar sus impuestos. Para evitar el fraude, y aunque en ocasiones no se esmeren tanto como con los ciudadanos de a pie, las instituciones públicas tienen herramientas con las que combatir todo tipo de subterfugios legales. En Álava, la Diputación pone a disposición de los municipios un recurso propio para luchar contra los descuidos tributarios de las empresas de la zona. Así, cuando un Ayuntamiento detecta que una firma no cumple con su cometido en materia fiscal, puede recurrir a la Agencia Ejecutiva para cobrar lo que le pertenece. A cambio, la Diputación se queda un 11,75% de lo que recaude. Sin embargo, en Álava hay dos municipios, Legutio y Agurain, que han decidido prescindir de este servicio foral para contratar a una empresa privada de inspección de tributos. A cambio de ese trabajo, la firma, que en ambos casos se trata de la vizcaína Gesmunpal, se queda con hasta el 50% de lo que recaude a las empresas de Legutio o incluso el 70% en lo que respecta a Agurain.
Según datos a los que ha tenido acceso este periódico, entre 2010 y 2011 el Ayuntamiento de Legutio -por entonces en manos de EA- recurrió por primera vez a esta empresa, con sede en Getxo, para la inspección de tributos. Detectaron irregularidades en once empresas de la zona y recaudaron en total 128.845 euros, de los que 100.341 euros se quedaron en manos de Gesmunpal y sólo 28.504 euros fueron a parar realmente a las arcas municipales. Y es que por aquellas fechas la firma de gestión de tributos se quedaba con el 70% si la empresa detectada se incorpora al Padrón del municipio o el 35% si no lo hacía.
En 2012, Legutio -ya con EH Bildu al frente- optó por abandonar esta metodología por las dudas que suscitaba esta práctica en el propio Consistorio, teniendo en cuenta además que la Diputación oferta un servicio similar a un coste infinitamente menor que una empresa privada. Sin embargo, y como publicó este periódico, a finales del pasado año cambiaron de opinión y decidieron recuperarlo firmando un nuevo contrato con Gesmunpal -previo procedimiento público- para que ésta tome de nuevo las riendas de la inspección de tributos. A cambio reducen la horquilla del acuerdo anterior (entre el 70% y el 35%) hasta un margen de entre el 49% y el 28% para la gestora vizcaína. Un porcentaje menor pero a años luz todavía del 11,75% que se quedaría la Agencia Ejecutiva de la Diputación. Según el acuerdo, sellado el pasado 26 de diciembre, Gesmunpal trabajará para Legutio durante los dos próximos años, hasta el 14 de enero de 2016.
Lucha contra el fraude En su momento, el alcalde de esta localidad alavesa, Jon Iñaki Leza de la Llera, de EH Bildu, explicó que la decisión de recuperar este método de gestión tributaria fue tomada porque es "más eficiente" que el ofertado por el Ejecutivo foral alavés. En realidad, externalizar este procedimiento de lucha contra el fraude empresarial sirve también para que los municipios se liberen de una labor que, según la legislación, les corresponde ejercer a ellos mismos. Y es que son los ayuntamientos los que deben identificar a las empresas que no pagan religiosamente y trasladar esa información a la Agencia Ejecutiva foral para que tome cartas en el asunto y recaude lo debido. Un proceso del que Legutio y Agurain se liberan contratando a una empresa privada.
El pasado 28 de enero, la alcaldesa de Agurain, Maider García de Vicuña, anunciaba que prevé recaudar unos 71.000 euros a lo largo de este año con la externalización de este servicio a la firma Gesmunpal. La primera edil de EH Bildu justificaba esta práctica porque, según aseguraba, la Diputación no ofrece ningún servicio similar, además de que "son las propias empresas las que tienen obligación de declarar los cambios en sus instalaciones que provocan variaciones en el Impuesto de Actividades Económicas". Sin embargo, teniendo en cuenta que el contrato de Agurain con Gesmunpal les permite quedarse con entre un 70% y un 35% de lo que cobren a las empresas de la zona, Agurain también dejará de ingresar un buen pellizco en sus arcas municipales al recurrir a este servicio en detrimento de la Agencia Ejecutiva.
Gestión de tributos. El fraude fiscal se produce cuando una empresa no abona ni declara las tasas que le corresponden.
Procedimiento. Los municipios alaveses que detecten estas prácticas pueden remitir un expediente a la Agencia Ejecutiva foral, que se encarga de recaudar lo que se les debe.
Externalización. Legutio y Agurain, gobernados ambos por EH Bildu, son los municipios alaveses que han optado por recurrir a una empresa privada para este trabajo, la vizcaína Gesmunpal.
11%
Es el porcentaje del dinero recaudado a una empresa que se lleva la Diputación de Álava si un municipio recurre a su sistema de inspección de tributos, ofertado a través de la Agencia Ejecutiva.
49%
Es con lo que se queda la firma privada de gestión de tributos Gesmunpal, con sede en Getxo, cuando la empresa de Legutio a la que detectan y analizan se incorpora al padrón fiscal.
70%
En Agurain el contrato con Gesmunpal cuenta con una horquilla mayor. Allí la gestora vizcaína se queda con el 70%, frente al 49% que retiene de lo recaudado a una empresa en Legutio.