"sería imperdonable que con el consenso que hay en esta ocasión no seamos capaces de llegar a un acuerdo en las formas. Sería para colgarnos, de verdad", indicaban casi al unísono los alcaldes de los dos ayuntamientos del enclave de Trebiño, Ignacio Portilla -de Condado de Trebiño- y Roberto Ortiz -de La Puebla de Arganzón-. Los dos representantes municipales comparecieron ayer ante la Comisión de Administración Local para informar del estado del proceso iniciado para lograr la integración de la zona en Álava, acto en el que no se esperaba y por lo tanto no hubo, ningún cambio de actitud con las posturas ya conocidas.
Intervino, en primer lugar Ignacio Portilla para reiterar "el debate estéril en el que se han quedado las posturas del Partido Popular de Castilla y León", ya que "están planteando que si éste es un debate nacionalista o no, de defensa de fronteras". "Nos parece que esa salida si que es un debate feudal que creíamos desaparecido de este país desde hace muchos años". El alcalde de Trebiño lamentó que "el PP de Álava de pábulo a esa cuestión, cuando aquí, de lo que se trata, es de aclarar quién presta los servicios a los vecinos".
Sin salir de la misma tesis, el alcalde Portilla afirmó que "hay consenso en Trebiño. El problema no está en Trebiño, ni en Álava, ni en el País Vasco. El problema está en Castilla y León, que no tiene libertad absoluta para decidir el futuro de los trebiñeses".
Por su parte, al primer edil de La Puebla de Arganzón recalcó "la naturaleza política del conflicto" y recordó a los junteros los procesos abiertos para solucionar este problema en 1936, 1940, 1989, 1998 y hasta el actual y no descartó alguna "salida al problema, incluso a través de la vía del iniciado proceso de reforma de la Ley de Bases de Régimen Local".
En el turno de intervenciones, Ezker Batua calificó el tema de "viejísimo" y recordó que había presentado una iniciativa para su debate en Pleno apoyando la integración de Trebiño en Álava; el grupo de los Socialistas Vascos se interesó por los contactos que hubiera habido entre los alcaldes y el diputado general; Bildu calificó de "argumentos feudales" las respuestas de Castilla y León; el PNV planteó que los apoyos desde Álava sean conjuntos y no de partidos políticos, y el PP se interesó por el calendario del proceso.
En las respuestas, Portilla comentó que se habían llevado a cabo contactos con fuerzas políticas del País Vasco y de Castilla y León y que "ahora vamos a comenzar una ronda a nivel estatal". Ortiz aclaró que la mayoría de los servicios se reciben desde Álava y puso como ejemplo que este ejercicio, la partida de ayudas de la Junta a La Puebla de Arganzón para actividades culturales fue de 600 euros para todo el año. Ortiz insistió en que el día a día "es lo que marca la diferencia. Para resolver un problema tenemos Vitoria al lado y a Burgos a 100 kilómetros".
Los dos alcaldes reconocieron que habían mantenido varias reuniones con Javier de Andrés, tres concretamente, y que en ellas el diputado general "nos mostró su apoyo y de hecho trató de mediar con la Diputación de Burgos, pero sólo recibió largas y no se llegó a nada". En esas negociaciones se plantearon salidas como la que se está llevando a cabo, pero también otras como la de solucionar el problema por la vía de una Ley de Enclaves y hasta a través de la reforma de la Ley de bases que se está gestionando, "pero nadie ha presentado ninguna enmienda o propuesta en las Cortes Generales en ese sentido", comentaron los munícipes.
Esa sugerencia de De Andrés discreparía con la postura manifestada ayer mismo, una hora antes, por el diputado foral de Administración Local, en la misma comisión, y con la presencia del diputado general, que comparecieron para explicar los efectos que podría tener sobre las entidades locales de Álava el anteproyecto de Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local. Javier Ruiz de Arbulo afirmó que Trebiño no podría segregarse de Burgos e integrarse en Álava sin una Ley Orgánica, por lo que esa vía, a su juicio, no es "conforme a derecho".