Vitoria. Además de la pionera y sostenible iniciativa de Okina y Sabando para beneficiarse de la biomasa y distribuir agua caliente y calefacción entre sus vecinos, Gasteiz cuenta también desde febrero de este año con una apuesta similar, en este caso para calentar los centros cívicos de la capital alavesa. Según explicó en su momento el Consistorio gasteiztarra, la instalación de cuatro calderas de biomasa -fruto de un acuerdo con la empresa Giroa- trajo consigo el ahorro de unos 90.000 euros a las arcas municipales.

Sin embargo, el pasado verano EH Bildu lamentó que la madera astillada que se usa como combustible no se recoja en los propios montes de Vitoria, sino que se traiga nada menos que del Pirineo aragonés. "Traer la leña de un lugar a más de 200 kilómetros no es lo más sostenible del mundo", criticaba la coalición abertzale antes de subrayar que su propuesta "supondría generar puestos de trabajo en el municipio".

De cualquier forma, el deseo de contar con la biomasa como combustible de carácter sostenible se extiende también a otras localidades alavesas como Kuartango, que ya hace un año inició un proyecto para calentar sus instalaciones municipales con una caldera de biomasa. De hecho, Kuartango acogió en noviembre del año pasado la feria BioKu, en la que profesionales del sector de la biomasa, técnicos de la Diputación y del ente vasco de la energía intercambiaron conocimientos sobre una alternativa energética que, como demuestran Okina y Sabando, cada día va ganando más y más adeptos entre los municipios del territorio alavés.