LA aprobación de un mero trámite ayer en Ensanche 21 pone de manifiesto que la delicada situación económica que atraviesa la sociedad urbanística no pasa desapercibida dentro de la Corporación, pero tampoco fuera. Sobre la mesa, la exigencia de Kutxabank para que el Ayuntamiento anule -como así se ha hecho- la posibilidad de realojar a los vecinos de Olarizu en precario, esto es, que puedan entrar a vivir a sus nuevas casas antes de firmar las escrituras. Una práctica ésta -la del realojo anticipado- habitual, ya que tanto la legislación urbanística como la de vivienda lo permiten, según argumenta el gerente, Alfredo Piris, en los papeles. La modificación, por tanto, no parece que vaya a tener ninguna consecuencia para los propietarios, y el Plan Renove sigue adelante como estaba previsto.

Sin embargo, ¿se desprende de esta petición la preocupación de la entidad financiera ante la posibilidad de no cobrar? ¿acaso no se fía de los fondos de la sociedad? Tampoco parece raro, si se tiene en cuenta que es quien financia las obras de construcción de estas 122 casas. Y que el propio alcalde, Javier Maroto, ha reconocido que habrá que recurrir a créditos para salvar Ensanche 21.

Así las cosas, se entiende que este "mero trámite", quedara sobre la mesa en el anterior consejo de Ensanche 21 ante las dudas y extrañeza de algunos consejeros por la exigencia de Kutxabank, y las razones que le han llevado a plantear una solicitud que, de no aprobarse, incluso ponía en peligro la propia promoción de viviendas.

Finalmente, ayer, a la segunda, salió adelante con los votos a favor de PP y PNV, y la abstención de Bildu. Sorprende la ausencia de los representantes del grupo socialista en la votación -justificada por motivos de agenda- teniendo en cuenta que éste es uno de los planes renove impulsado durante el mandato de Patxi Lazcoz. En la anterior votación el PSE se abstuvo. El Ayuntamiento se garantiza de esta forma que el banco mantenga la financiación de esta promoción de Olarizu, uno de los tres planes renove que gestiona Ensanche 21, junto con Aretxabaleta y Errekaleor.

realojos El Plan Renove de Olarizu contempla la regeneración de los bloques más viejos y obsoletos del barrio mediante el sistema de realojos. El Ayuntamiento cambia su vivienda a los propietarios por otras de nueva construcción en este caso en las parcelas que antes ocupaba la empresa Esmaltaciones. En total, los afectados son 123: 24 ya han estrenado su nuevo piso; 96 están adheridos al plan de realojos aunque aún no han escriturado sus nuevas casas -en muchos casos porque todavía se están edificando- y tres de ellos se niegan a esta permuta.