Vitoria. El sector de Arkayate está tan lejos, tan lejos, tan lejos de la Vitoria consolidada que hasta las paradas de Tuvisa que el Ayuntamiento ha prometido colocar para acabar con su aislamiento están lejos. Los vecinos de este archipiélago de ladrillo han hecho cálculos, con la informal táctica del paso propio y hasta con cuentakilómetros. Y los resultados han encendido sus ánimos. Los dos puntos de recogida y acceso al urbano previstos en el paseo de la Iliada quedan como mínimo a 550 metros y como máximo a 1 kilómetro de las primeras viviendas habitadas. ¿Y esta es la conexión prometida?", se preguntan. Pues... Parece que sí. Como si de un chiste malo se tratara, el gabinete Maroto defiende que no hay nada que técnicamente se le pueda reprochar porque, según el Plan de Movilidad Sostenible de la ciudad, el 97% de la población debe tener acceso al transporte público a 350 metros o menos de sus casas.
O sea, que estadísticamente hay un 3% de ciudadanos que ha de aceptar tener las mismas obligaciones pero no los mismos derechos que el resto de Vitoria. Arkayate, en este caso. Y hay más. El equipo de gobierno también recuerda que, según el Plan de Movilidad, los autobuses deben circular por los corredores principales. Así que, cumpliendo esta regla y aceptando los porcentajes, "el criterio técnico que se ha seguido para ampliar la línea 6 es el adecuado". Lejos de entender este argumento, los vecinos insisten al Ayuntamiento en que recurra "al sentido común" tanto para repensar las paradas en este sector como al definir el futuro de los nuevos sectores de Zabalgana que siguen sin servicio de Tuvisa.
Ese lema iba a guiar a los afectados en la reunión prevista para el mes de septiembre por el PP y PNV -valedores de las extensiones de las líneas 5 y 6-. No obstante, desde el equipo de gobierno se dejó claro ayer que, en lo que afecta a Arkayate, la intención de esa cita no es otra que la de "hacer comprender" a los vecinos que se ha hecho lo que se podía. Una respuesta que seguramente aumentará la ira del sector, que hace ya tiempo que lleva echando humo por las redes sociales sin obtener una respuesta conciliadora del alcalde.
El paso dado por populares y nacionalistas para dar servicio a los nuevos sectores de Vitoria parece estar saliéndoles rana. La extensión de la línea 6 ha disgustado en vez de alegrado a los vecinos y, para colmo, los demás sectores que siguen sin urbano se han tomado el timidísimo estirón casi como un insulto. Las asociaciones vecinales de Zabalgana y Salburua confiaban en el cumplimiento del acuerdo suscrito por todo el Pleno el 27 de enero de 2012. Según el documento, el Consistorio se comprometía a "establecer un procedimiento de estudio, con la participación de las asociaciones vecinales, que diese lugar a una propuesta de nuevas líneas en seis meses".
Sin embargo, pasó ese plazo de tiempo "sin trabajo en común" y ya en la prórroga se celebró "una reunión explicativa urgente de los cambios menores" que se iban a dar a conocer al día siguiente de forma pública. Cundió la decepción.
en septiembre Por eso, las asociaciones esperan -exigen, más bien- que en la reunión de septiembre, el Ayuntamiento vuelva a renovar su compromiso de cumplir el pacto plenario. La cita se producirá en el mismo mes que la puesta en marcha de las extensiones de la línea 5 y 6, previstas una vez que entre en funcionamiento el ramal del tranvía de Abetxuko, ya que la idea es aprovechar los autobuses que dejarán de rodar por este barrio. Así pues, el inicio del nuevo servicio permitirá comprobar si los puntos escogidos para traer y llevar viajeros son tan ineficaces como opinan los vecinos o, como cree el equipo de gobierno, correctos dentro de las actuales limitaciones.
Respecto a los sectores sin servicio del suroeste de Vitoria, habrá qué ver cómo evoluciona la reunión. En sus últimas declaraciones, el gobierno reconoció que Aldaia acoge ya un importante volumen de población, motivo por el que dispone desde hace un tiempo de una lanzadera que, a su juicio, permite capear ciertas necesidades hasta que llegue la solución definitiva. ¿Cuál? Pues lo que prevé el PP, a no ser que algo cambie tras la cita de septiembre, es esperar a que se construya la pasarela peatonal que acerca a los vecinos de Borinbizkarra a Zabalgana.