vitoria. Ahora es Euskaltzaindia- Plaza Bizia. Antes fue SOS Arriaga. Todos los proyectos de estación de autobuses ideados durante los últimos cuatro años para acabar con la provisionalidad de Los Herrán han suscitado inmediatamente la creación de fuertes movimientos vecinales dispuestos a boicotearlos. Patxi Lazcoz trató de obviar el que le cayó en gracia, pero fue tal el clamor ciudadano en favor del parque que se vio obligado a adaptar el diseño para que el mordisco a este espacio verde fuera imperceptible. Y aun así, prosiguieron las quejas por la ubicación. Aprendida la elección, Javier Maroto ha preferido reunirse lo antes posible con su colectivo antagonista para acercar posturas, pero la firme decisión de iniciar las obras sí o sí este año en la parcela del fallido BAIC le va a obligar a soportar una protesta tras otra. El nuevo emplazamiento disgusta tanto o más que el anterior.
Hoy, la plataforma Euskaltzaindia-Plaza Bizia ha convocado a los gasteiztarras a una festiva manifestación. Partirá a las 19.00 horas de la plazuela de los Guardias y recorrerá las principales calles del centro con villancicos adaptados para la ocasión hasta llegar a la Casa Consistorial. Allí, se hará una entrega de carbón para el alcalde. Un navideño gesto con el que el colectivo quiere mostrar su descontento por el afán de Maroto en seguir adelante con su terminal de la mano de Bildu en vez de esperar a contar con informes que analicen el impacto en la zona.
Por ahora, sólo se puede hablar de sensaciones. Y la de estos ciudadanos es que el emplazamiento de la terminal en Euskaltzaindia, con los accesos de los autobuses por América Latina y Duque de Wellington, saturará estos dos puntos negros y disparará la inseguridad en un entorno lleno de centros educativos. Por eso, quieren convertir su preocupación en una inquietud de toda Vitoria con una masiva recogida de firmas. Este nuevo acto de protesta tendrá lugar mañana, el jueves y el sábado de 12.00 a 14.00 horas y de 18.00 a 21.00 horas en el centro comercial Lakua, el bulevar de Euskal Herria, Postas y El Corte Inglés.
Hay quienes dicen que los vitorianos reaccionan con recelo ante cualquier cambio. Otros consideran, sin embargo, que las quejas responden a actuaciones políticas improvisadas y electoralistas. El caso es que, por una u otra razón, la actual estación de autobuses sigue alargando su agonía desde que se erigió en 1993 como una terminal provisional. Patxi Lazcoz fue el primero en querer poner punto y final a Los Herrán con la construcción de la primera fase de la estación intermodal. Por eso eligió como ubicación el parque de Arriaga -por debajo irían las vías del tren con el soterramiento-. Y en un afán de romper con el pasado a lo grande, presentó un boceto soterrado con un edificio comercial, un hotel y una torre de oficinas. Los vecinos pusieron el grito en el cielo, temerosos de que el complejo pudiera comerse el 20% del verde, y se organizaron junto a colectivos sociales y ecologistas.
La activa presencia de SOS Arriaga forzó al gobierno -apoyado por el PNV- a tener en cuenta el impacto de la estación en el parque. En diciembre de 2008 nacía el que pretendía ser el diseño definitivo, con una afección del 2,5% sobre el verde. En mayo de 2009, Lazcoz anunciaba un cambio de planes. La estación era económicamente inviable y había que hacerla en superficie sin edificios anexos. Tras los trámites para redactar el proyecto, con la negativa de por medio del socialista a celebrar una consulta popular, en enero de 2011 quedó aprobada la convocatoria del concurso para realizar las obras. Una votación a la que se sumó el PP, pese a su rechazo inicial al proyecto. Todo apuntaba a que la construcción arrancaría en junio. Pero llegó Maroto a la Alcaldía y se frustró el plan.
El PP trasladó el proyecto a Euskaltzaindia con el apoyo de Bildu. El alcalde explicó que el BAI Center era inviable y no había mejor forma de tapar el agujero dejado por el inicio de las obras que con un parking, poniendo encima la terminal de Arriaga. Y aunque en los últimos meses han surgido informes del Gobierno Vasco y la Diputación desfavorables por la pérdida de la intermodalidad, Maroto ha logrado financiación de ambas instituciones y ha procurado congraciarse con los vecinos con cambios en el diseño.
Ahora, su piedra en el zapato se llama Euskaltzaindia-Plaza Bizia. No obstante, parece que el alcalde se ha acostumbrado a caminar con ella dentro. Ya ha dejado claro que, sí o sí, las obras empiezan este año.