Vitoria. Esta parada tiene marquesina, la siguiente no. Los vecinos de Zabalgana se han cansado de este panorama y piden al Ayuntamiento de Vitoria que se ponga manos a la obra para proteger la espera de los usuarios de los autobuses urbanos en este entorno. El tema ya se planteó durante la pasada legislatura, pero no ha habido novedades y la llegada de la lluvia ha vuelto a plagar de nubarrones la espera de las líneas 4, 5 y 6, que dan servicio a, entre otras, zonas como Aldaia, Mariturri o Borinbizkarra. Hay casos especialmente llamativos, como varias paradas de la lanzadera a Aldaia, situadas junto a un solar vacío y, por tanto, expuestas a las inclemencias del tiempo. Desde el Consistorio admiten que la parada inicial es una de las prioridades a la hora de mejorar la red, pero se trata de una actuación condicionada por la actual situación económica.
Vitoria estrenó el 29 de octubre de 2010 los primeros cambios en la nueva red de Tuvisa. Entre estas modificaciones, se incluía la puesta en marcha de una lanzadera hacia Aldaia, una medida que en principio recibió críticas por no tratarse de un servicio directo, por la duración de la espera al conectar los dos autobuses y por la ubicación de ciertas paradas, situadas frente a un solar. Y sin marquesina. Quizá dada la importancia de la transformación de las líneas, la carencia de estos elementos en determinadas paradas pasó más desapercibida. Pero no para sus usuarios habituales.
"Hay zonas en las que se necesita una marquesina de forma urgente. La primera parada de la lanzadera, en Naciones Unidas, y otra en Derechos Humanos -la más denunciada es la ubicada junto a Reina Sofía- son dos ejemplos. Una porque está en un descampado, y otra porque es muy utilizada y no puede seguir así", cuenta el portavoz de Zabalgana Pasabidea, Mario Calvo. Desde Mendebaldea Mariturri, mientras, Adolfo Gago recuerda que no se trata de un caso aislado: "Faltan unas cuantas". La asociación ya conoce de memoria el listado. Y desde Zabalgana Batuz, que recuerdan haber planteado al menos en cinco ocasiones quejas por este tema durante los últimos dos años, también las dicen de carrerilla: cuatro paradas carecen de marquesina en la calle Naciones Unidas, otras cuatro en Derechos Humanos y una en la avenida de los Huetos.
"Y lloviendo a cántaros" El asunto ya se planteó en consejos territoriales durante la pasada legislatura. Pero no hubo compromisos de fechas ni de inversión. Desde el gabinete Lazcoz se explicó hace ahora un año que no había marquesinas disponibles, y que se instalarían en función de la afluencia de usuarios. El asunto también se ha debatido en el buzón ciudadano, donde diversos vecinos se han quejado por la falta de marquesinas. "No hay absolutamente nada para resguardarse, ni siquiera aleros de tejados"; "no es muy agradable esperar al autobús a la intemperie en invierno"; "hoy, a las siete de la mañana, lloviendo a cántaros, ocho o nueve personas en la parada... y sin marquesina". Son algunos de los comentarios recogidos en la página web, en un debate que arrancó en febrero de este año y aún se mantiene activo. Desde el Ayuntamiento se precisó de inicio que la estrategia básica es colocar una marquesina cuando la mayoría de los usuarios sube en una parada y poner sólo el poste cuando es de bajada, o bien guiarse por los elementos presentes en la zona para resguardarse, algo que permite ahorrar mobiliario.
Fuentes municipales, en cualquier caso, confirman que el Ayuntamiento es consciente del problema, pero la situación económica es la que es. Y el controvertido caso de las marquesinas afrontado durante la legislatura Lazcoz, con el ejecutivo lidiando con dos empresas responsables del mobiliario, tampoco parece haber animado al Consistorio a embarcarse a un nuevo concurso para lograr materiales. Eso sí, si se logran partidas económicas para este fin, la primera marquesina hacia Aldaia y otra en Los Huetos -que da servicio a Borinbizkarra- encabezan la lista de prioridades. Desde las asociaciones vecinales de Zabalgana, mientras, lamentan la tardanza en contar con los mismos servicios que en otras zonas de la ciudad. Y ahora ha llegado el otoño.