vitoria. El largo recorrido de la Corporación municipal por parte los mojones de Vitoria pone fin al verano. La festividad de Olarizu da paso al inicio del nuevo curso político y a un otoño que se presenta caliente, tanto en lo político -con nuevo gobierno al frente del Ayuntamiento- como en lo económico -con recortes-.

El alcalde ya ha anunciado que habrá tijeretazo en los presupuestos y avanzado que su prioridad será la economía. De ahí su proyecto de creación de un parque empresarial en Betoño para generar nuevos puestos de trabajo que ayuden a reducir la tasa de paro en Álava.

Los partidos de la oposición también comparten esta preocupación por las consecuencias de la crisis y no dudan en poner deberes tanto al ejecutivo de Javier Maroto como a sí mismos. Para Bildu, coalición abertzale que este curso político se estrena en el Consistorio, es prioritario poner el acento en fomentar las políticas de empleo y fortalecer la formación I+D+I, especialmente en esta época de crisis. "Es necesario apretarnos el cinturón", recuerda el portavoz, Kike Fernández de Pinedo. Aunque, "de ninguna manera se pueden tocar los planes de protección social de la ciudadanía", advierte a Maroto. Para mitigar los efectos de la crisis plantea eliminar las políticas que no sean demandadas por los ciudadanos y recortar el gasto corriente. Cabe recordar que Bildu fue quien, precisamente, apoyó al PP en su decisión de paralizar el BAI Center. Otra de sus prioridades está en la participación ciudadana: "el Ayuntamiento es la casa de los gasteiztarras y debe estar más abierto a la ciudadanía", indica Fernández de Pinedo.

Similar preocupación por la difícil situación económica muestra el PSE. Y desde la bancada de la oposición, el exalcalde Patxi Lazcoz marca dos líneas de trabajo fundamentales: atención inmediata a quienes están en paro y no cobran ni para cubrir sus necesidades básicas y fórmulas para generar actividad económica. "La prioridad son las personas", subraya Lazcoz.

Planteamientos todos ellos que tendrá que tener en cuenta Maroto, al frente de un gobierno en minoría (9 concejales frente a 6 de Bildu, 6 de PSE y otros 6 de PNV), y obligado, por tanto, a pactar con otros partidos para finales de año, tanto los impuestos y las tasas que van a gravar la economía doméstica, como los presupuestos de 2012, en los que el ejecutivo del PP ya ha anunciado que habrá tijeretazo.

Además de recortar gasto corriente, Bildu apuesta por recaudar más. Y de otra manera. Que el esfuerzo contributivo sea mayor para quienes más pueden aportar a la caja común. "Así no nos dará vértigo subir los impuestos y las tasas a quien haya que subírselos". Una idea alejada de las tesis de los populares, razón por la que la coalición ve difícil ser la llave que abra un acuerdo presupuestario con el PP. "Estamos dispuestos, pero representamos proyectos políticos antagónicos".

Sí tienden su mano, en cambio, los socialistas, "para mantener la estabilidad institucional", sabedores de que Maroto tendrá que buscar el consenso político porque, para gobernar, necesita acuerdos a largo plazo.

Así que es posible que el primer edil se apoye en quien ha sido alcalde durante cuatro años, al igual que hace ocho hizo Alfonso Alonso. Aun así, Lazcoz puntualiza: "el acuerdo debe ser global (impuestos y presupuestos), y ésta es una buena oportunidad para que las rentas más altas paguen más". Y es ahí, en la fiscalidad, donde choca con los populares.

O se apoye en el PNV, eje fundamental para el ejecutivo socialista de los últimos cuatro años. La paralización del BAI Center y la decisión de posponer la construcción de la nueva estación de autobuses han dado un respiro a las arcas municipales. Aun así, el grupo jeltzale sabe que, además de reducir el gasto, el Ayuntamiento tendrá que recaudar más dinero. Y ello supone gravar algunas tasas e impuestos. "Lo que no se puede hacer es ingresar menos, y si congelamos todas las tasas...", avisa Gorka Urtaran.

Por eso, a la espera de recibir una propuesta concreta de Maroto, los nacionalistas no se cierran en banda de antemano a la hora de negociar con el PP. "Estamos dispuestos a colaborar porque así lo exige la ciudadanía", alega Urtaran. Un argumento válido también para posibles acuerdos presupuestarios.

En cuanto a las prioridades que tanto gobierno como oposición deben marcarse para este nuevo curso político, el portavoz del PNV lo tiene claro: políticas de fomento del empleo y mantenimiento de la calidad de vida de los vitorianos. Y no sólo en materia de servicios sociales sino también en otras áreas como la educación y la promoción económica.