Vitoria. El mal estado del suelo de General Álava ha reabierto una herida que parecía haberse curado el pasado enero, cuando se creía que el segundo parcheo para tapar 15 desperfectos sería más efectivo que el que se hizo en agosto para ocultar otros 101. Estas dos reformas, que se realizaron el en un plazo de sólo cuatro meses, no han impedido que vuelvan a aparecer socavones, así que quienes habitan en esta calle, creen que ha llegado la hora de aparcar los parcheos y desviar las cuatro líneas de autobuses urbanos por Florida.
En su defensa, los residentes de la zona cuestionan la efectividad de estas operaciones de urgencia en una arteria en la que creen que el exceso de tráfico de autobuses es el que más machaca la calzada, en vez del paso del tranvía. Prueba de ello es que las últimas grietas se ven en nuevos lugares, como el cruce con la calle Dato y en huecos en los alrededores de la Catedral Nueva, a los dos lados del paso de cebra, lo que aumenta el número de personas que apuestan por desviar las cuatro líneas de autobuses por la calle Florida.
Se trataría de una medida que no sólo parte de los vecinos, sino que ya se contemplaba en el Plan de Movilidad Sostenible para potenciar el carácter peatonal de General Álava, pero que se demoró al impulsarse el parking de Amárica. De hecho, esta alternativa ya se ha puesto en marcha cuando ésta está en obras y la calle Florida se configura como la ruta alternativa para los urbanos.
Sin embargo, no son pocos quienes cuestionan también esta opción, si se tiene en cuenta el tráfico que ya de por sí pasa por esta zona de la capital, por lo que quizá antes de acometer el desvío deberían realizarse otras reformas. Entre ellas, la de la creación de un carril bus para evitar la más que posible congestión que se ocasionaría si por allí circularían las cuatro líneas de autobús de General Álava. Un problema que se agrava con los inevitables atascos en cuanto se produce cualquier tipo de obra en Florida, por pequeña que sea. Sin ir más lejos, la última ha empezado este mismo mes para realizar unos trabajos de canalización. Una misma época para remover la tierra en la que da la casualidad que el pasado año se eligió para hacer las primeras reparaciones del firme bajo el tranvía. No en vano, agosto es a priori el período en el que menos molestias pueden haber por el éxodo vacacional.
Según informan fuentes de Aguas municipales de Vitoria (Amvisa), se van a renovar las redes antiguas de fibrocemento entre la calle Dato y el paseo de la Senda. "Aunque durante este mes sólo se va a ejecutar el tramo entre Dato y San Antonio aprovechando que hay menos tráfico en la ciudad". El presupuesto de licitación de esta obra es de 258.952,18 euros, que tiene un plazo de 12 meses para completar este proyecto que se ha adjudicado a la Unión Temporal de Empresas (UTE) Esconsu-Escor.
Los trabajos, en concreto, consisten en instalar una conducción nueva de 690 metros de longitud total en fundición dúctil, la más idónea para conducciones sin fugas. A ellos se añade la renovación de válvulas, desagües o hidrantes.
La obra forma parte de una paquete más amplio de renovaciones de red con un coste de 1.293.983,96, que incluye Teodoro Doublang y el barrio de Santa Lucía.
Ahora sólo queda pendiente saber cuándo será la reunión que tanto el Gobierno Vasco como el Ayuntamiento de Vitoria se comprometieron a hacer para decidir el futuro de esta vía. Aunque cabe destacar que desde el Departamento de Transportes no se descartan nuevos parcheos, el desvío por Florida parece ser la opción mayoritaria en el Consistorio. En la anterior legislatura, el PNV apostó por esta ruta mediante la ampliación del espacio para peatones en la calle, la supresión de plazas de parking y la construcción de un carril bus. El PP vio la sugerencia con buenos ojos, EA, ahora integrado en Bildu, y EB se mostraron en contra, y el PSE entonces equipo de gobierno apostó por realizar un análisis con los pros y contras del que nunca más se supo. La próxima legislatura ya ha llegado y se acerca el momento de tomar decisiones.