vitoria. Son mayoría los ciudadanos que creen que Vitoria es incapaz de pasar la prueba del algodón. Desde que FCC cogió la escoba gasteiztarra en 2006, el servicio ha suscitado quejas continuas a pie de calle y dentro del Ayuntamiento por la sensación constante de suciedad y los incumplimientos sistemáticos del contrato. Un escenario maloliente al que el gabinete de Javier Maroto ha decidido dar la vuelta. Según explicaron fuentes del equipo de gobierno a DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA, ya se han comenzado a "exprimir los recursos" de los que dispone la empresa para reforzar espacios y acciones que requerían de una atención superior a la actual.

Los itinerarios del pintxo-pote forman parte de las nuevas exigencias a FCC. Por orden de la concejala delegada de Limpieza, Leticia Comerón, se han aumentado las rutas para que los vecinos que residen en las calles más animadas de los jueves afronten los viernes con un escenario a pie de calle aceptable. Asimismo, se han intensificado los recorridos para la recogida selectiva en los nuevos barrios, olvidados durante demasiado tiempo por la empresa de limpieza al no formar parte del campo de acción contemplado en el contrato inicial, firmado hace ya cinco años.

El cuidado del mobiliario urbano y de los espacios públicos también se va a reforzar en breve. El Ayuntamiento y Emaús han puesto en marcha un programa de formación, que se incluye en el Plan + Euskadi 2011, para quince personas perceptoras de la Renta de Garantía de Ingresos y desempleadas. Tras el proceso formativo inicial, diez de ellas serán contratadas durante un período de seis meses en el que desarrollarán actividades específicas de limpieza de elementos verticales y alcorques.

Al margen de las novedades, Comerón ya ha advertido a FCC que va a estar "muy encima", supervisando continuamente la labor que desarrolla la empresa para que extreme la limpieza y sea especialmente rigurosa. A la concejala no le va a temblar el pulso si, al cabo de un tiempo, observa deficiencias en el servicio. Durante la legislatura socialista, el PP fue especialmente crítico con las formas de trabajar de la contrata y la actitud del gabinete de Patxi Lazcoz al respecto. Ahora que se ha hecho con el mando de Vitoria, tiene claro que va a exigir los mejores resultados "para acabar con el aspecto de ciudad descuidada".