Vitoria. El consejo de Ensanche 21 escribió ayer la última línea de la crónica de la muerte anunciada del BAI Center, tras los votos a favor de PP y Bildu, para desestimar los contratos y la resolución del concurso del proyecto estrella de la legislatura de Lazcoz. La paralización de estas obras fue una "decisión responsable", según el alcalde de Gasteiz, Javier Maroto, ya que no sólo servirá para poner fin al agujero económico de las arcas municipales, sino para "ahorrar" algo de dinero al aprovechar el socavón creado en la plaza Euskaltzaindia de Lakua. "Queríamos aprobar en el mismo día del consejo la modificación de los usos urbanísticos para ofrecer una alternativa, que es la de trasladar a este lugar la estación de autobuses", agregó Maroto nada más salir de la reunión de Ensanche 21.
Aunque hasta otoño no se presentará el diseño de la futura terminal, el alcalde esbozó las claves de este proyecto que será "semisoterrado y estará mejor ubicado que el anterior". La elección de este tipo de estructura, a juicio del alcalde, no encarecerá tanto los costes como lo haría una que fuese del todo cubierta, lo que a la larga abaratará el precio de su mantenimiento, "además de que hará que la entrada y salida de vehículos mejore". Los encargados de que este diseño se lleve a la realidad serán los mismos responsables a los que se había encargado la terminal en el parking del parque de Arriaga. De hecho, este mismo lunes, Maroto les citó en su despacho para recibir el "encargo de ser rápidos, eficaces y con una propuesta contundente, mejor que la de Arriaga". Un pulmón verde en el que precisamente todos los consejeros de Ensanche 21 aprobaron que se rehaga su planeamiento para que "readapte su condición de parque verde".
Pero con quienes no se va a reunir el alcalde es con las empresas encargadas de levantar el BAI Center, puesto que "al estar desestimados los contratos, no tiene sentido negociar nada", precisó Maroto.
Lo único que queda pendiente es saber a cuánto asciende la indemnización de los siete contratos firmados para los trabajos del auditorio, que en ningún caso, en palabras de Maroto, espera superar la cifra de dos millones de euros. "Es una cifra prudente, que en ningún caso habría que compensar con 17 millones de euros, porque algunos contratos son de 10.000 euros y los más caros serían los del arquitecto y la promotora".
También queda en el aire evaluar la compensación económica que se dará al director del auditorio, José Ramón Villar, en el caso de que se produzca su cese. Con el objeto de evaluar su trabajo realizado hasta la fecha, que el próximo día 31 haría dos años en el cargo, Ensanche 21 acordó un "consejo extraordinario" para que comparezca Villar y pueda dar a conocer mejor sus labores.
"Cifras erróneas" Maroto también hizo referencia a las "cifras erróneas" que otras formaciones dieron al respecto, como que el frenazo de los trabajos suponga enterrar 30 millones de euros. "Lo único que se ha gastado son los 1,5 millones de euros para las excavaciones, pero los vitorianos se lo van a ahorrar con la nueva estación. Es la parte positiva de este consejo".
La reformulación de la estación de autobuses se ha podido hacer porque el contrato con la empresa que iba a hacer la estación no estaba firmado. Lo contrario pasa con el BAI Center. Una vez que las rúbricas se plasmaron en el papel, es "inviable" cambiar su objeto "ni en más ni en menos", lo que, por ende, elimina la posibilidad de hacer una obra menor en la plaza de Euskaltzaindia, como la de hacer un parking.