El Plan Renove, la apuesta del gabinete Lazcoz para derribar viviendas y sustituirlas por nuevas VPO, se sigue con lupa en diversos barrios de la capital alavesa. La propuesta ha generado dudas, e incluso críticas, en zonas como Errekaleor, Zaramaga o Aretxabaleta por que el Ayuntamiento no ofrezca vivienda libre a los propietarios, por que se aproveche el suelo para aumentar el número de casas o por que no se tengan en cuenta las reformas realizadas en estos hogares. A ellas se suma ahora una nueva pega: ¿qué pasa con los afectados que tienen en esas zonas una segunda residencia?

Ésta es la pregunta que ayer lanzaba una de las propietarias afectadas por el Plan Renove de Aretxabaleta, con residencia en San Sebastián pero con una segunda casa en esta zona rural de Vitoria. Hasta el momento, se trata del primer caso conocido pero, dado que el Plan Renove pretende extenderse a otras zonas, puede que no sea el último de este sistema para renovar bloques con problemas de reforma y accesibilidad.

El caso de esta propietaria surge después de que, anteayer, Aretxabaleta acogiera el sorteo del orden en que los vecinos de los bloques de Núñez, San Miguel y Bustaldea elegirán las viviendas en las que serán realojados. Un total de 53 bolas figuraron en ese sorteo y, entre ellas, se encontraba la de esta afectada que, no obstante, asegura con sorpresa que nunca respondió a la encuesta sobre si está a favor o en contra de la operación. En los registros de la sociedad urbanística municipal Ensanche 21, figura que sí.

Sea como fuere, el nombre de esta propietaria estaba en el bombo y ya figura en la lista para citarse -en principio, Ensanche 21 espera iniciar los trámites en unos diez días- con la sociedad urbanística municipal y elegir casa. La pregunta que le surge ahora es si realmente podrá quedarse con ella. Desde el Departamento de Urbanismo aseguran que, en estas citas, se estudiarán posibles soluciones a este nuevo problema.

Una de las condiciones para acceder a los sorteos de VPO es que el solicitante esté empadronado en Vitoria y lo haya estado durante cinco de los últimos diez años antes del sorteo. En este caso, no obstante, no se trata de una rifa al uso. La vecina de San Sebastián no está empadronada -sí una de sus hijas- y, ante las dudas de que finalmente no pueda acceder a una vivienda pública, se pregunta "por qué no ofrecen un piso libre". La opción de realojo en otra zona de Vitoria, por tanto, tampoco es una opción, así que la situación parece un embudo que le conduce a la venta de la propiedad. Ahora se pregunta si, con la compensación que obtenga -calcula que de 114.000 euros- y dado el estado actual del mercado inmobiliario, tendrá recursos suficientes para comprarse otra casa para no dejar de visitar su Vitoria natal.