Vitoria. El partido entre el Plan Renove y el club de fútbol Zaramaga llega a un momento clave. La entidad comparecerá como visitante, el próximo 19 de mayo, en la Casa Consistorial para evidenciar ante los grupos municipales su malestar por el traslado previsto en esta operación urbanística, que apuesta por reubicar a los futbolistas en las instalaciones de la Deportiva Vitoriana para aprovechar el campo y construir VPO y un parking. La estrategia que maneja el equipo de gobierno ha puesto a la defensiva al club, que teme que con esta operación pierda a parte de su plantilla, sobre todo entre los niños de 6 a 12 años.
Zaramaga fue uno de los primeros barrios de la ciudad en verse involucrados en el Plan Renove, una de las apuestas clave del partido socialista en Vitoria, que propone derribar casas actuales pero ofreciendo a sus propietarios una VPO a coste cero. La medida -que en un primer momento afectó a más zonas del barrio, pero luego se limitó a tres portales de la calle Laguardia-, sin embargo, generó controversia por la zona escogida para construir las nuevas viviendas y el ansiado aparcamiento: primero se barajó la plaza de Llodio y, después, el campo de fútbol. El equipo de gobierno adaptó la propuesta de la asociación de vecinos Bizigarri, que sugirió ubicar las nuevas construcciones en el campo de fútbol y trasladar a los usuarios a La Vitoriana, dividiendo el campo actual en dos, una operación que requiere una inversión que supera los dos millones de euros. En diciembre, el ejecutivo local dio la situación por encauzada al anunciar el inicio de los trámites del parking.
Esta salida por la tangente, sin embargo, no contenta a otro de los colectivos vecinales, Iparralde-Zaramaga, que exige al gabinete Lazcoz que apueste por más rehabilitaciones en lugar de por los derribos, y tampoco al club de fútbol Zaramaga. La entidad deportiva incluso ha recogido unas 1.500 firmas en contra de la maniobra y, en enero, los jugadores de Regional Preferente se manifestaron sobre el césped artificial tras una pancarta que rezaba No al traslado.
turno popular El club deportivo pretende ahora repetir ese mensaje ante los grupos municipales. Esta misma semana se ha confirmado que, gracias al turno popular, acudirán a la Casa Consistorial el próximo día 19. El objetivo es mostrar a los partidos las personas afectadas que se esconden tras una decisión política. "Con el traslado es verdad que no nos están dejando tirados, pero tampoco tienen en cuenta cómo puede afectar a las familias que utilizan el campo", cuenta el presidente del club, José Manuel Lamas.
En la actualidad, unos 270 chavales -desde los 6 años hasta la categoría de Preferente- utilizan estas instalaciones, que se reformaron durante la pasada legislatura. La principal preocupación del club se centra en sus futbolistas más jóvenes, puesto que, en la actualidad, la cercanía del campo a otros centros educativos -como Mercedarias- permite que "los niños incluso vengan andando", algo que duda que ocurra si se traslada hasta La Vitoriana. Lamas, así, teme un descenso de usuarios, pero también los problemas de trabajar en dos campos, más exigente en cuestiones de control de los usuarios y mantenimiento.
El club de fútbol Zaramaga, en cualquier caso, pretende demostrar que el actual campo no esta, ni mucho menos, en desuso. Y prometen seguir movilizándose. Al menos hasta que el árbitro pite el final del partido.