Vitoria. Así es el juego de la democracia. El Gobierno Vasco y el Ayuntamiento de Vitoria habían presentado el regreso del proyecto para extender el tranvía por Abetxuko como una de las grandes inversiones en Vitoria para este año. Sin embargo, el diseño para que el metro ligero llegue al corazón del barrio no ha contentado ni a los vecinos ni a los grupos de la oposición en ambas instituciones, de tal forma que los partidos suman fuerzas ahora en el Parlamento Vasco para, salvo sorpresa, impedir que el Ejecutivo autonómico adjudique las obras. El consejero de Transportes, Iñaki Arriola, dejó entrever ayer cierta resignación al ver que la inversión se queda compuesta y sin novia. Eso sí, lanzó un claro mensaje para navegantes al calcular que una vuelta a empezar del proyecto se alargaría de "dos a tres años".
El representante del Gobierno Vasco respondió de esta forma al anuncio, por parte de PP, PNV y EA, de que frenarán en el Parlamento Vasco los trámites para seguir adelante con esta operación. Los grupos, que ya en el Ayuntamiento de Vitoria habían mostrado su descontento al considerar que tanto Lakua como el Consistorio activaron este recorrido sin consensuarlo, han dado ahora un paso adelante para paralizar la iniciativa.
Critican tanto las formas como el fondo. Por un lado, denuncian que el Ejecutivo de Lakua hubiera acordado un convenio con el Ayuntamiento y la Diputación alavesa para recuperar esta extensión del tranvía sin contar con el respaldo financiero del Parlamento. Por otro, censuran que se haya optado por el mismo trazado que ya se descartó durante la pasada legislatura por las críticas vecinales. Ese recorrido se extendería, en doble vía, por las calles La Presa y El Cristo hasta llegar al centro del barrio, cerca de la iglesia. Sin embargo, PP, PNV y EA exigen ahora que se estudien otras alternativas por el impacto de este trazado, porque deja a medio barrio sin conectar y porque discurre por calles demasiado estrechas.
Los tres partidos, por tanto, se han posicionado con dureza contra el PSE y los votos de la oposición aseguran que, en el pleno del próximo día 25, el Parlamento no dé luz verde al convenio y, por tanto, el Ejecutivo de Lakua no pueda adjudicar las obras, que ya estaban en una avanzada fase de licitación. Preguntado ayer por este panorama durante una conferencia de prensa en el Ayuntamiento, Arriola simplemente admitió que, si los grupos se oponen al actual trazado, "el convenio no se podrá realizar y, por tanto, no habrá ampliación. Espero que haya sentido común y cordura, porque en su día ya se paralizó la llegada del tranvía al centro de Abetxuko y me gustaría que no se repitiera la historia".
El titular de Transportes adelantó que contactará con los grupos para encauzar esta situación. En cualquier caso, insistió en que el departamento ha actuado con "absoluta lealtad", puesto que las decisiones se tomaron dentro de la comisión integrada por el Ayuntamiento, la Diputación y el propio Gobierno Vasco. Arriola afirmó, además, que "todo el mundo sabía" la decisión adoptada "porque no hay otro trazado". El consejero precisó que volver a empezar obligaría a reiniciar los trámites -lograr un acuerdo y redactar un nuevo estudio informativo y otro constructivo-, algo que se alargaría entre dos y tres años "para llegar al momento en que estamos ahora". "Más luego las obras", terció el alcalde de Vitoria, Patxi Lazcoz.