El teniente de alcalde, Juan Carlos Alonso, llegó al centro cívico de El Pilar con la seguridad de que el debate sería caliente. No se equivocó. Cuando los particulares tomaron la palabra en una sala sin un solo asiento vacío, saltaron chispas. El proyecto de la estación de autobuses en superficie sobre Arriaga, o primera fase de la intermodal, como dice el gobierno, suscita muchas dudas, demasiada tensión. La impresión final fue que los ciudadanos, al menos los más de cien que acudieron ayer a la mesa redonda, quieren una consulta popular: opinar si el equipamiento de 23 dársenas y 23 millones de euros que plantea Lazcoz es el que necesita ya Vitoria o si es mejor esperar a 2018, con el soterramiento, para construir una intermodal como la que ha ideado el PNV que -aquí está el quid de la cuestión- no afecte al parque.
El debate, organizado por la plataforma SOS Arriaga, comenzó con la intervención en dos turnos de los grupos políticos. En nombre del PSE, que rechaza la consulta popular, Alonso defendió que la afección de su estación al parque será "mínima", que Vitoria necesita una infraestructura en esta zona para que el barrio de Lakua sea "un polo de centralidad", y que la ciudad ha sufrido demasiados fracasos como para permitirse ahora "parar el hito que ha supuesto el pacto del soterramiento". "La cosa es mucho más sencilla", apuntó el portavoz del PP, Javier Maroto, quien recordó que el PNV apoya la estación en superficie porque la considera provisional, y la condiciona a su proyecto al otro lado del parque. Por eso, apostó por que la gente pueda opinar "si quiere una infraestructura de 23 millones que podría quedarse sin uso o una definitiva", aunque eso obligara a esperar unos años más -la de superficie estaría lista a finales de 2011-.
El PNV, que tiene la llave para que en el Pleno del viernes se apruebe o no la consulta popular, no quiso adelantar su postura, aunque su intervención sonó a no. La portavoz jeltzale, Malentxo Arruabarrena, alabó su proyecto, Geltokia, pero dijo que está dispuesto a apoyar la estación en superficie en Arriaga, porque tendría "un carácter versátil a futuro" y porque Vitoria "no puede seguir" con la actual terminal -que, por cierto, nació con vocación provisional de la mano de los nacionalistas-. "Si esperamos al soterramiento, en ocho años habrá 36.000 ciudadanos más, y en Los Herrán ya no hay sitio para los autobuses", subrayó.
"Si se construyera en superficie, en realidad pasarían cinco años hasta el soterramiento", apuntó el portavoz de EA, Antxon Belakortu, quien dijo que la ciudadanía tiene derecho a decir "si quiere esperar ese tiempo" para tener una intermodal definitiva. La concejala de EB, Saioa Castañeda, puso la guinda al advertir de que, si finalmente el proyecto del PNV quedara descartado, "nadie ha dicho qué afección tendría hacer la segunda fase de la estación, la de trenes, en el parque".
La plataforma SOS Arriaga volvió a dejar muy clara su postura. "Errar es de sabios, persistir en el error es de locos. Sí a la intermodal y al futuro. No sobre el parque de Arriaga".