El candidato socialdemócrata a la Cancillería alemana, Olaf Scholz, apuntó ayer que el puesto de su rival conservador, Armin Laschet, está en la oposición y ratificó su voluntad de formar coalición con los Verdes y el Partido Liberal (FDP). “La CDU y la CSU no solo han sufrido fuertes pérdidas, sino que además han recibido del elector el mensaje de que deben pasar a la oposición”, afirmó Scholz, antes de antes de entrar en la reunión del Partido Socialdemócrata (SPD) para analizar la situación. “Nuestro trabajo ahora consiste en aplicar pragmatismo y liderazgo a la tarea de formar gobierno”, añadió, para lo que se propone iniciar los contactos con Verdes y liberales.

El SPD se impuso como primera fuerza por un 25,7% de los votos, lo que supone un ascenso de 5,2% respecto a los obtenidos en 2017.

El bloque conservador -integrado por la Unión Cristianodemócrata (CDU) y su hermanada Unión Socialcristiana de Baviera (CSU)- obtuvo un 24,1%, una caída de 8,9 puntos y el peor resultado de su historia.

Este mal resultado puso en el disparadero a Laschet hasta el punto de que desde el partido hermanado a la CDU, la Unión Socialcristiana de Baviera (CSU), se lanzaron ayer duras críticas a la gestión de Laschet, según informó la televisión pública ARD.

Lo cierto es que tal como señalaban los analistas políticos, tras las elecciones ahora se prevé un largo periodo de consultas y negociaciones hasta la conformación de un nuevo Gobierno.

Aunque el SPD formará el grupo parlamentario más fuerte, Laschet, y pese a las reticencias de la CSU, tampoco ha arrojado la toalla. La situación conduce a que verdes y liberales se conviertan prácticamente en árbitros de la formación de Gobierno.

Scholz reclama para sí el derecho a formar Gobierno, tras haber logrado mejorar en cinco puntos el resultado de su agrupación en las elecciones de hace cuatro años. Por su parte, Laschet, tras haber dicho la noche del domingo que la CDU/CSU tenía un mandato para presidir una “coalición de futuro”, matizó ayer su afirmación diciendo que no había pretendido reclamar el derecho a formar Gobierno sino tan solo hacer una oferta a los otros dos partidos.

Los liberales del FDP, como lo ha admitido su jefe Christian Lindner antes y después de las elecciones, tiene las mayores coincidencias programáticas con la CDU/CSU mientras que Los Verdes tienen más punto de contacto con el SPD. “Una coalición rojiverde hubiera funcionado sin problemas”, dijo el copresidente de Los Verdes, Robert Habeck. Una coalición “semáforo” (el rojo por el SPD, el verde por Los Verdes y el amarillo por los liberales) según Habeck, implica mayor disposición al compromiso.

Habeck, la candidata de Los Verdes a la cancillería Annalena Baerbock y Lindner han sugerido que primero se tiene que intentar una aproximación entre ecologistas y liberales y luego ver con cuál de los dos socios mayoritarios potenciales es más factible lograr un acuerdo. “Hemos acordado que tendremos conversaciones previas con Los Verdes. Las mayores diferencias existen entre el FDP y Los Verdes, pero también son los partidos que han ofrecido superar el statu quo de la gran coalición”, dijo Lindner ayer tras una reunión con la cúpula del partido. “Después estaremos abiertos a aceptar invitaciones a negociar con el SPD o con la CDU/CSU si estas llegan”, agregó.

Dentro de Los Verdes parece haber una preferencia clara por una coalición con el SPD mientras que Scholz ha advertido al FDP que una alianza con la CDU/CSU es pasar por alto el voto de los electores lo que nadie puede hacer sin consecuencias. “Es claro que nadie puede ignorar el voto de los electores sin consecuencias”, advirtió ayer en una comparecencia en la sede del SPD donde se mostró a favor de una coalición “social, ecológica y liberal”.

Lindner, desde que se conocieron los primeros sondeos, ha sostenido la tesis de que nadie tiene un mandato claro para formar Gobierno debido a que ni el SPD ni la CDU/CSU llegan a un tercio de los votos, con lo que se mantiene la puerta abierta para una alianza con los conservadores.

Los dos modelos existen a nivel regional. El semáforo en Renania-Palatinado (oeste de Alemania) y la llamada coalición Jamaica -por los colores de la bandera de ese país- negro, por la CDU, verde y amarillo- en Schleswig-Holstein (norte del país). Habeck fue, como jefe regional de Los Verdes en ese momento, clave en la formación de la alianza en Schleswig-Holstein. A nivel federal hubo un intento de formar una coalición Jamaica a nivel federal pero los liberales se retiraron de la mesa de negociaciones.

“Hace cuatro años la CDU/CSU y Los Verdes pretendían que suscribiéramos un acuerdo de coalición entre ellos”, insiste ahora Lindner, que cree que en esta ocasión puede haber bases para las negociaciones. Los principales puntos de conflicto tienen que ver con la política fiscal y laboral. El FDP pide alivios fiscales mientras que tanto el SPD como Los Verdes no ven mayor margen para ello.

Por otra parte, mientras socialdemócratas y verdes han hecho campaña con un aumento del salario mínimo de 9,60 euros a 12 euros por hora, el FDP dice que se trata de un tema que debe seguir en manos de una comisión independiente y ajena a una política de Gobierno.

La mayor coincidencia está en la necesidad de una ofensiva de inversiones aunque mientras el FPD piensa ante todo en estimular inversiones privadas el SPD y Los Verdes consideran que son necesarias también inversiones del estado.

La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) quedó en un 10,3%, dos puntos menos que en 2017, cuando se convirtieron en la primera fuerza de su espectro con escaños en el Bundestag. Están descartados como socios en cualquier coalición. Pero sigue siendo un partido efervescente en el este del país, en dos de cuyos estados -Turingia y Sajonia- defendieron su posición de primera fuerza, por encima del 20%.

El único partido que aceptó de una forma totalmente sincera su derrota fue La Izquierda, que se habría quedado fuera del Parlamento con un 4,9, de no ser por las tres victorias de distritos que le dan acceso a la cámara incluso quedando por debajo del mínimo del 5%. “Es un golpe muy duro. Hubo factores externos, pero tenemos que replantearnos el futuro”, afirmó Janine Wissler, candidata y líder del partido. Por “factores externos” se refería a la campaña desde la CDU/CSU contra un hipotético tripartito con SPD y Verdes.

Regionales

Los socialdemócratas de la jefa de Gobierno del Mecklenburgo-Antepomerania, Manuela Schwesig, ganaron los comicios celebrados en ese estado federado en el noreste de Alemania con el 39,6% de los votos. Los socialdemócratas avanzaron 9 puntos respecto a los comicios de 2016.

Transgéneros

El nuevo Parlamento federal (Bundestag) tendrá sus primeras representantes transgénero, dos diputadas de las filas de los Verdes. Las nuevas diputadas son Tessa Ganserer, de 44 años y procedente de Baviera (sur), y Nyke Slawik, de 27 años y de Renania del Norte-Westfalia (oeste).

Derrotados

En el otro lado de la balanza, varios nombres relevantes de la Unión Cristianodemócrata (CDU), el partido de Laschet, no han logrado escaño. La ministra de Agricultura, Julia Klöckner, fue derrotada en Renania Palatinado por el socialdemócrata, Joe Weingarten. El exjefe de los servicios secretos Hans Georg Maassen perdió en el distrito de Turingia ante el socialdemócrata Frank Ulrich.

Felicitación

El presidente del Parlamento Europeo, David Sassoli, felicitó ayer a Olaf Sholz por su victoria. “¡Felicidades a Olaf Scholz y el Partido Socialdemócrata (SPD) por su victoria!”, escribió Sassoli.

“Nuestro trabajo consiste en aplicar pragmatismo y liderazgo a la tarea de formar gobierno”

Candidato del SPD a la Cancillería