Tras cubrir prácticamente con una primera dosis la década de 60 a 69 años, Osakidetza engrasa la maquinaria para arrancar la vacunación entre la generación del baby boom, de 50 a 59 años, una fase que se presume compleja al tratarse de un grupo extraordinariamente numeroso, más de 330.000 personas en Euskadi. Además es también un colectivo de riesgo ya que, en la actualidad, abarca al grupo de personas en el que se produce la mayor parte de los ingresos en hospitales. El coordinador de la comisión técnica del LABI, Jonan Fernández, resaltó ayer que, "ahora mismo, el objetivo prioritario es tener cuanto antes tener vacunada a toda la población mayor de 50 años para evitar el colapso hospitalario".

Por eso, Fernández, subrayó que las próximas 3 o 4 semanas son "vitales" e instó a la ciudadanía que asuma que se trata del "último esfuerzo para entrar en una etapa diferente". En una entrevista en Onda Vasca, Fernández consideró que se puede lograr la meta de tener vacunada al 70% de población en verano si la disponibilidad de vacunas no falla. Según explicó, el objetivo prioritario es tener cuanto antes vacunada a toda la población vasca de más de cincuenta años. Una vez conseguido ese reto, el impacto sobre la presión hospitalaria y las UCI "se reducirá de manera muy clara", ya que la media de edad se sitúa por encima de la barrera de los 50.

Hay que señalar que algunos cientos de personas de esta franja, principalmente profesionales esenciales, ya recibieron la primera dosis de AstraZeneca, y ahora están pendientes de la decisión de las autoridades sanitarias sobre el segundo pinchazo, toda vez que este suero se restringió finalmente para los mayores de sesenta.

Sin embargo, el experto del LABI técnico advirtió de que ese logro se tiene que producir "sin retrocesos" en las tasas de incidencia, que deben seguir bajando "a buen ritmo", lo que, en ausencia de limitación nocturna y de grupos de personas, "requiere complementase con actitud proactiva" de la ciudadanía. En todo caso, opinó que el porcentaje actual de vacunación es "una buena base que empieza a generar un efecto barrera" en el incremento de los contagios.

Hasta el momento, se han administrado un total de 1.031.406 vacunas contra el covid-19 en Euskadi, de las cuales 304.093 corresponden a segundos pinchazos o dosis únicas y, por tanto, a personas que han completado la pauta de vacunación y están inmunizadas.

En conjunto, ya se han inoculado en Euskadi 678.354 dosis de Pfizer/Biontech (265.748 de ellas en segunda dosis y 1.046 en dosis únicas), 76.841 de Moderna (18.740 de ellas segundas dosis y 904 en dosis únicas), 263.465 de AstraZeneca (4.909 de ellas dosis únicas) y 12.746 de Janssen (dosis únicas). De esta forma, son 304.093 los vascos inmunizados, entre los que se incluyen las 6.859 personas que han recibido una dosis única de Pfizer, Moderna o AstraZeneca al haber pasado ya la enfermedad.

Euskadi ha recibido hasta ahora 1.071.290 vacunas y el número de antídotos reservados para la segunda dosis es de 26.400 en el caso de Pfizer y 23.720 de Moderna. La previsión, según la planificación semanal, era inocular entre el 5 y el 11 de mayo, un total de 102.654 vacunas. Por esta razón, los pinchazos a los mayores de 50 queda subordinados a las remesas que vayan llegando.

Fernández aseguró que "necesitamos 3 o 4 semanas para reducir contagios e incrementar la vacunación", enfatizó. No obstante, reconoció que, tras decaer el Estado de Alarma, estos objetivos están "en un marco de mayor incertidumbre". A su juicio, es difícil saber si el cese de las restricciones va a suponer un incremento los contagios, aunque "desde luego aumentan los contextos de riesgo". En todo caso, apostó por "no perder el tiempo en lamentaciones ni quejas" ya que, según remarcó, "lo importante es dar respuesta a la situación que tenemos con las herramientas que tenemos".

De hecho, el Gobierno Vasco no ha podido implementar las medidas que tenía previstas y se encuentra en una "realidad de obstáculos añadidos", señaló. Respecto a la decisión de ampliar dos horas el cierre de la hostelería indicó que responde a "evitar que se busquen alternativas en espacios privados y sin regulación ninguna" o incluso impliquen la movilidad a otras comunidades autónomas en las que el cierre no es antes de las 22.00 horas.

Denuncias. Un total de 761 denuncias han sido propuestas por la Ertzaintza y las policías locales el pasado fin de semana por infringir las normas vigentes.

Incumplimentos. La mayor parte, 341, se deben a incumplimientos a la limitación de movilidad y a la restricción de agrupamientos a un máximo de cuatro personas. De esa cifra, 213 han sido formuladas por no respetar la circulación en horario nocturno, 67 por incumplir la limitación de reunión, y otros 61 por no respetar las entradas y salidas.