En la recta final de la legislatura se logró la aprobación inicial del nuevo Plan General aunque surge voces que abogan por mejorar su contenido. ¿Se corrió demasiado para llegar a ese punto?

–Hemos sido críticos con ese documento porque no plantea un modelo claro de ciudad y no ofrece respuestas a esas necesidades. PNV y PSE han dado bandazos en este tema y han optado por pactarlo con Podemos, generando inestabilidad jurídica. El nuevo Plan General ha puesto de acuerdo a todos los agentes económicos de la ciudad para decir que no apuesta por el carácter industrial generando grandes parcelas que posibiliten atraer nuevas inversiones y generar empleo.

Lo único seguro es que tras las elecciones del día 28, Gasteiz va a tener la primera alcaldesa. ¿Ha costado mucho llegar a este punto?

–Podría haber llegado antes, pero ahora es el momento. Contar con la primera alcaldesa genera mucha ilusión en la ciudad y muchas mujeres se ven más identificadas ahora. Quiero ser la primera alcaldesa de Vitoria, ponerla en el lugar que merece y liderar ese proyecto de ciudad ilusionante, que busca avanzar por encima de las ideologías y aporta soluciones.

¿Tener una alcaldesa garantiza políticas feministas o hay que dar un paso más?

–Las mujeres tenemos otra perspectiva y eso se va a notar. No es ni mejor ni peor. Las políticas feministas vienen garantizadas por estar cerca de la gente y poner esos problemas reales que tenemos las mujeres en la agenda municipal. Las políticas reales que benefician a las mujeres son las del día a día, de tener acceso a los mismos puestos de trabajo y en las mismas condiciones que los hombres. Romper los techos de cristal, disponer de unas políticas de conciliación en las que hombres y mujeres compartamos responsabilidades. Ahí es donde se ven las políticas feministas reales, y no las de cartel. – J. L. C.