"Sí, esto se puede cargar la legislatura y la democracia". La advertencia de Esquerra no es baladí. La polémica por el espionaje adquiere cada vez tintes más rocambolescos y podría derivar en una implosión definitiva, toda vez que los pasos dados por el Gobierno de Pedro Sánchez solo están sirviendo para encender los ánimos de sus aliados y hasta de su socio de coalición. Más todavía después de que el PSOE haya decidido no querer investigar este monumental escándalo, que el propio Ejecutivo reconoce como gravísimo, y haya apoyado para bloquear la creación de una comisión en el PP y en todo el arco de la derecha, Vox y Ciudadanos incluidos. De lo que no ha podido escapar el presidente español es de tener que comparecer en el Congreso para ofrecer su visión de la jugada y de los seguimientos de los que ha desvelado ser también víctima, al igual que la señalada ministra de Defensa, Margarita Robles.

La exigencia de la comisión esquivada por los socialistas llevaba la firma de Unidas Podemos, ERC, Junts, PDeCAT, CUP, PNV, EH Bildu, Más País-Equo, Compromís y BNG, un rechazo que su portavoz, Héctor Gómez, ha justificado echando balones fuera, arrancando su alegato con una felicitación por el Día Mundial de la Libertad de Prensa para después hablar de "total y absoluta transparencia" y poner en valor el desbloqueo de la Comisión de Secretos, la acción del Defensor del Pueblo, la investigación interna, la comparecencia de este mismo miércoles de Robles en la Comisión de Defensa, y la próxima del presidente español. Es más, su discurso ha discurrido en tal clave bipartidista que lo ha dedicado a lanzar reproches al líder popular, Alberto Núñez Feijóo, a quien ha llamado "irresponsable y demagogo", pese a tirar de la formación conservadora en pro de sus intereses. Por lo demás, pese al quiebro de la confianza con sus socios, el dirigente socialista se ha limitado a asegurar que "vamos a seguir dialogando". Su mensaje se ha centrado en el alto cargo de Génova 13, a quien insta a que "lo que debería hacer es dar por buena la información que da el Gobierno" y no tacharle de "oportunista" cuestionando los datos descubiertos por el Centro Criptológico Nacional (CCN). "Su única prioridad es desgastar" al Ejecutivo y "poner en jaque" a las instituciones.

Enfado de los socios

Pero quienes sustentaron la investidura de Sánchez no están por la labor de dejar el agua correr. El portavoz del PNV, Aitor Esteban, ha expresado su sorpresa por la actitud del PSOE afeando que la lógica aplicada carece de sentido ya que de haber alguna revelación destacada sobre el asunto en la comisión de Gastos Reservados, y obligados por el secreto, ningún grupo podrá dar ninguna explicación a los medios ni a la ciudadanía. Por ello ha insistido en lo prioritario de "una comisión de investigación de libro": "Es de cajón". La comisión, sostiene el jeltzale, es más necesaria que nunca, pero "el Gobierno está equivocando el diagnóstico". Mientras, el malestar crece en las filas de ERC. "Quien crea que esto se va a tapar y no se va a cargar la legislatura no está evaluando lo que tiene enfrente. Esto es un escandalazo a nivel internacional que está llegando a mesas de ministerios y de diputados", ha exclamado Gabriel Rufián, quien ha precisado que el tema no se mitiga con la revelación hecha por Moncloa, sino que se convierte en más grave, dado que nunca se habría sabido de no ser por la investigación solicitada por el independentismo a Citizen Lab. Igual de perpleja se ha pronunciado la portavoz de Bildu, Mertxe Aizpurua, para quien "el Gobierno está actuando torpemente" ante una historia que "si no fuese tan grave, recordaría a las viñetas de Ibáñez, el creador de Mortadelo y Filemón".

Por su parte, el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha lanzado un dardo a la línea de flotación del gabinete de coalición, en relación al funcionamiento de la comisión de secretos, y desdeñando por insuficiente y carente de credibilidad la investigación interna del propio CNI. "¿Qué confianza pueden generar unas investigaciones llevadas a cabo por los responsables bajo cuyo mando ha tenido lugar uno de los mayores escándalos de espionaje de la democracia?", ha criticado, emplazando a que comiencen a producirse dimisiones por motu proprio. A juicio del dirigente morado, la legislatura no está en riesgo y trabajarán siempre por esa estabilidad, pero al mismo tiempo ha hecho alusión a la obligación del Gobierno de "empatizar" con las fuerzas políticas que cuentan entre sus filas con "decenas de espiados". Tanto Echenique como el líder de Más País, Íñigo Errejón, han aireado sus fundamentados recelos respecto a que restablecer la confianza entre los socios se pretenda resolver con investigaciones llevadas a cabo o lideradas por personas directamente implicadas, en referencia a la ministra Robles y a la responsable del CNI, Paz Esteban.

Desde el PP, Cuca Gamarra ha aprovechado para criticar la presencia del soberanismo en la comisión de secretos pero sí considera capital que Sánchez dé cuentas en el Congreso, ante el Pleno, ante "la falta de credibilidad del Gobierno", petición que ha partido precisamente del independentismo. En este terreno, el líder socialista ya tiene pendiente otra comparecencia en la Cámara baja para hablar de las consecuencias de su apoyo al plan marroquí de autonomía para el Sahara Occidental y, siguiendo la práctica habitual de Moncloa, no sería de extrañar que solventara sendas papeletas en una sola aparición.

Diligencias abiertas

En este escenario, el juez de la Audiencia Nacional (AN) José Luis Calama ha incoado diligencias previas por posibles delitos de descubrimiento y revelación de secretos por la denuncia presentada por la Abogacía del Estado por el espionaje a Sánchez y Robles con el programa Pegasus. Cualquier querella que presente ahora un dirigente independentista acabará en la AN aunque lo haga de entrada en cualquier juzgado ordinario. El titular del Juzgado Central de Instrucción número 4 ve "meridianamente claro" que la competencia para investigar este asunto es de la Audiencia Nacional, por cuanto esta sede judicial tiene atribuido el conocimiento de los delitos cometidos contra "altos organismos de la nación", tales como el presidente del Gobierno y la ministra de Defensa. En consecuencia, el instructor ha dado traslado al Ministerio Fiscal para que informe sobre la práctica de las diligencias de investigación que considere convenientes para determinar la naturaleza y circunstancias de los hechos objeto de denuncia, así como de las personas que en ellos hayan participado.

Los informes del Centro Criptológico Nacional ponen de relieve que el dispositivo móvil de Sánchez fue infectado por Pegasus en dos ocasiones (el 19 de mayo de 2021 y el 31 de mayo de 2021): la primera se habría producido en el contexto de la entrada masiva de unos 10.000 inmigrantes en Ceuta entre el 17 y 18 de mayo; la segunda habría tenido lugar cuando se encontraba con el primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, y Marruecos publicaba un comunicado sobre la crisis diplomática por el Sahara. Por su lado, el móvil de Robles fue infectado en junio de 2021.