- Los talibanes comienzan a extender su control en Afganistán a medida que se acerca el fin de la retirada de las tropas internacionales, que concluirá el próximo 31 de agosto, que es también la fecha anunciada por ellos mismo para la conformación de su Gobierno “inclusivo”.

Los vuelos que salen del aeropuerto internacional de Kabul son ya las últimas evacuaciones coordinadas por las fuerzas estadounidenses y los aliados de la coalición para sacar del país a miles de personas consideradas de riesgo ante un gobierno de los fundamentalistas.

Todavía dentro de este plazo, los estadounidenses confirmaron ayer el ataque con dron sobre Afganistán que acabó con la vida de dos supuestos miembros del Estado Islámico (EI) “de alto perfil” e hirió a otro.

Los dos fallecidos fueron identificados como “un planificador y un facilitador” de la organización terrorista que murieron por el impacto de los misiles lanzados por un avión no tripulado, según el portavoz militar del Pentágono, el general William Hank Taylor.

El ataque confirmado ayer mismo por el Pentágono fue en represalia por el atentado del jueves en el aeropuerto de Kabul, que fue reivindicado por ese mismo grupo terrorista y que dejó al menos 170 muertos, incluidos 13 soldados estadounidenses.

Los talibanes de momento no han hecho comentarios sobre la operación de los norteamericanos, aunque el portavoz del Departamento de Defensa de Estados Unidos, John Kirby, aseguró que Washington “no” compartió información con los talibanes sobre el ataque.

Kirby señaló que “las amenazas a nuestras tropas son aún muy reales y muy dinámicas” y anunció que los estadounidenses han abandonado ya todas sus bases en el país, y solo mantienen presencia en el área militar del aeródromo de Kabul.

Asimismo, el portavoz indicó que el Pentágono ha comenzado a retirar a parte de los 5.000 militares desplegados en el aeropuerto de Kabul, donde están ayudando a ciudadanos estadounidenses y colaboradores afganos a salir del país después de que los talibanes se hicieran con el control de la capital el pasado día 15 de agosto.

En respuesta a una pregunta de una periodista, Kirby confirmó la salida de las tropas y, usando lenguaje militar, dijo: “Hemos empezado un movimiento retrógrado”.

Kirby rechazó ofrecer detalles exactos sobre el número de soldados que quedan en el aeródromo por motivos de seguridad.

Estados Unidos tomó el control del área militar del aeródromo el pasado 16 de agosto, un día después de la victoria de los talibanes y su ascensión al poder, en un aparente pacto de no agresión que ha permitido las evacuaciones pero que está a punto de concluir.

Fuentes de los talibanes aseguraron por su parte que sus fuerzas han comenzado a tomar el control de la zona militar del aeropuerto, que ya ha sido cedida por los estadounidenses.

Las fuerzas especiales talibanes Victorious Force están tomando el control de la parte militar del aeropuerto de Kabul, dijo Bilal Karimi, un portavoz de los talibanes. “Algunas partes (del aeropuerto militar) fueron evacuadas (por las tropas extranjeras) y nuestras fuerzas se hicieron con el control de ellas”, indicó.

Fuentes del movimiento islamista, citadas por el canal de noticias afgano Tolo, indicaron ayer que las fuerzas estadounidenses han dejado tres de las entradas del aeropuerto de Kabul, que ahora están bajo el control de las fuerzas de los talibanes.

A escasas horas para que se cumpla el plazo, los vuelos de ayer suponían los últimos grupos que lograrán abandonar Afganistán antes de formación del gobierno talibán. Entre los evacuados de ayer estaba el representante civil de la OTAN para Afganistán, el italiano Stefano Pontecorvo, que llegó a Italia con los últimos miembros de su equipo en el país. “Aterrizado en Roma con mi equipo de la OTAN y los afganos en riesgo. Unido con todos los aliados para un tremendo esfuerzo de evacuación. Continuaré mi trabajo desde fuera de Afganistán para llevar a otros a un lugar seguro”, dijo ayer en un mensaje en la red social Twitter el funcionario.

Entrega de armas. Los talibanes dieron ayer un plazo de una semana a todos los exfuncionarios del gobierno depuesto de Kabul para entregar todos los bienes y armas del servicio público, en un nuevo movimiento hacia la consolidación de la nueva Administración de los islamistas.

Demolida una base de la CIA. El Ejército estadounidense ha destruido Eagle Base (Base Aguila), el último centro de operaciones avanzadas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA)en Afganistán, en lo que se trata de los últimos coletazos de la salida definitiva de las fuerzas del país norteamericano que culminará en dos días.

Angustiosa evacuación. El Ejército británico concluyó ayer su operación de evacuación de civiles de Kabul en su “fase más dura” ante la “angustia” de no poder sacar a cerca de un millar de afganos vinculados con el Reino Unido.

Líder político talibán. El líder político de los talibanes, el mulá Abdul Ghani Baradar, llegó ayer a Kandahar, considerado como el lugar natal del movimiento islamista, para proseguir con el resto de altas personalidades insurgentes la negociación para un nuevo gobierno del país tras su reconquista del pasado 15 de agosto. Baradar ha ordenado extremar la seguridad. Los insurgentes han establecido nuevos puestos de control en las carreteras que conducen al aeropuerto, algunos de ellos con combatientes uniformados a bordo de vehícuos todoterreno acorazados Humvees y gafas de visión nocturna arrebatadas a las fuerzas de seguridad afganas.