- Los principales edificios y negocios del centro de Washington y de Nueva York se han blindado en los últimos días ante el temor de que se pudieran producir incidentes durante la jornada y puedan estallar disturbios tras las elecciones. Por eso, los ventanales y escaparates de los comercios están cubiertos de paneles de madera para evitar posibles actos vandálicos.

En Washington, edificios y negocios en las proximidades de la Casa Blanca han protegido sus escaparates y ventanas, mientras que en torno a la residencia presidencial está prevista la instalación de una valla que no se pueda escalar, según la cadena CNN. Esta medida de seguridad se suma a otras que ya estaban en vigor desde hace meses en torno a la Casa Blanca ante las protestas y disturbios en la capital este año.

El clima de polarización en el que se celebran estos comicios, marcados por la pandemia, el lenguaje guerracivilista por parte de Trump, la venta de armas disparada, y las protestas antirracistas sin precedentes de los últimos meses en torno al movimiento Black Lives Matter, dan cuenta del peligro del posible vandalismo poselectoral. Además, la posibilidad real de que el resultado final tarde días en conocerse alarga el clima de tensión máxima que está por venir y que, de hecho, ya se vive en Estados Unidos.

Las continuadas declaraciones del presidente, Donald Trump, animando a sus partidarios a movilizarse para vigilar que no se produce un fraude electoral, sumadas a sus críticas respecto al voto postal y su negativa a comprometerse abiertamente a aceptar el resultado de las urnas han llevado a advertir de un riesgo real de violencia en un país donde además la tenencia de armas es un derecho reconocido por la Constitución y donde, en particular, han proliferado los grupos de extrema derecha. Un dato que da cuenta del peligro que se vive es que en los siete meses previos a los comicios se han vendido el doble de armas que en el mismo periodo del año anterior.

Según un reciente sondeo de la Universidad de Suffolk para USA Today, tres de cada cuatro votantes está preocupados por la posibilidad de violencia, mientras que solo uno de cada cuatro se muestra “muy confiado” en que habrá un traspaso pacífico de poder si el demócrata Joe Biden gana al presidente Trump.

No obstante, el director de la Agencia de Seguridad Interior de la capital, Chris Rodriguez, señaló este lunes a la prensa que no hay “ninguna amenaza específica o creíble” en relación con las elecciones. Sí que se han recibido solicitudes de protestas de algunos grupos y por ello el departamento de Policía de Washington estará “plenamente movilizado”, precisó Rodriguez, que aclaró que por ahora no se han pedido recursos federales.

En Nueva York, el Departamento de Policía envió la semana pasada una carta a los negocios del centro de Manhattan animándoles a adoptar medidas de seguridad adicionales ante la posibilidad de grandes manifestaciones en relación con las elecciones similares a las que se adoptan ante grandes acontecimientos, según el Wall Street Journal.

Aquí, como en la capital, los grandes establecimientos del centro de la ciudad, donde tienen tiendas las principales firmas de lujo a nivel mundial, han blindado sus escaparates, una medida que también se ha emulado en otras grandes ciudades del país como Los Ángeles, Boston, Chicago, Filadelfia o San Francisco. Asimismo, las principales cadenas como Walmart o Target también están adoptando medidas de precaución, en función de la ubicación de sus establecimientos.

El presidente de Estados Unidos calmó en campaña de este modo los ánimos del grupo de supremacistas blancos Proud boys (traducido comoChicos orgullosos), como lo haría un general ante sus tropas. El mandatario ha insistido en los últimos días a sus seguidores en “vigilar” a los votantes demócratas durante la jornada electoral, preparando así el caldo de cultivo de la violencia que teme gran parte de la ciudadanía.