Lleva más de once años trabajando y apoyando la Formación Dual. Es ingeniero por la Universidad Superior de Ingeniería de Bilbao, tiene 24 años de experiencia en el mundo de la docencia y es responsable de la Formación Dual en Laudioalde Lanbide Eskola desde 2012. Aitor Larrea, uno de los cinco ponentes que participan en el encuentro organizado por DIARIO DE NOTICIAS DE ÁLAVA sobre Formación Dual, defiende esta modalidad como una de las mejores alternativas posibles tanto para los estudiantes como para las propias empresas.
En su experta valoración, en este tipo de formación todas las partes implicadas destacan los beneficios que ha traído esa ampliación del número de horas de trabajo en la empresa. “Por parte de los empresarios era una reivindicación que llevaban mucho tiempo solicitando. El modelo de prácticas tradicional se quedaba corto porque para cuando el alumnado se había hecho ya al trabajo y comenzaba a ser un poco independiente, finalizaba su estancia con ellos.
Ahora sin embargo, les da tiempo no solo a que aprenda las labores del puesto, sino a probar su valía durante todo un año de cara a plantearse prolongar la relación laboral al término de la Formación Dual. De hecho, el alto índice de inserción laboral que tiene este modelo es el mejor indicador de su éxito”, explica. Y añade sobre los beneficios que aporta a los estudiantes: “Para el alumnado, el año de Formación Dual les supone sentirse plenamente integrados en la empresa y llegar a un nivel de conocimiento técnico de sus procesos muy alto. Todos esperan que el premio al esfuerzo que para ellos supone compatibilizar estudios con trabajo sea un contrato al finalizar la Dual, pero incluso en los casos en los que no es así, ese año de experiencia laboral les permite tocar puertas que de otra manera sería más difícil abrir”.
“Tengo claro que, si en mi época de estudiante hubiera tenido la posibilidad de optar entre el modelo tradicional o el dual, me habría lanzado al segundo”, concluye el profesional.