Las conclusiones preliminares de las autopsias llevadas a cabo este martes en el Instituto Navarro de Medicina Legal y Ciencias Forenses a los cuerpos del hombre y el niño hallados muertos en la Sierra de Urbasa indican que el Txetxo Apestegui Fernández, de 54 años, se arrojó al vacío abrazando a su hijo Mateo, de 7.
Las necropsias realizadas en Pamplona, asimismo, han descartado que el niño muriese por asfixia o por estrangulamiento y también descarta la presencia de sustancias tóxicas en ambos cadáveres.
Traumatismos por la caída
Ambos cuerpos presentaban traumatismos compatibles con la caída, que fue de unos 200 metros de altura, y el del niño en concreto mostraba menos lesiones, lo que indicaría que su caída habría sido amortiguada, posiblemente al ser envuelto por el cuerpo de su padre, según fuentes judiciales.
De cara a esclarecer lo ocurrido, los agentes de la UOPJ (Unidad Orgánica de la Policía Judicial) de la Guardia Civil de Navarra, bajo la tutela judicial del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Estella-Lizarra, tratan de reconstruir todos los pasos previos que dieron el hombre y su hijo antes del trágico fallecimiento, mediante la toma de declaración a personas de su entorno, cámaras de vigilancia y la inspección de la furgoneta.