Bilbao - Despejar las incógnitas que rodean a la desaparición de centenares de personas durante la Guerra Civil no es una tarea nada fácil. Pero es el cometido que desde el pasado marzo se ha fijado el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos, Gogora, en colaboración con el laboratorio Biomics de la UPV/EHU. Pese a la complejidad que entraña tratar de desvelar lo sucedido con aquellos de los que nunca se supo más tras la contiendo bélica, Gogora dio ayer a conocer los primeros resultados del banco de ADN de familiares de desaparecidos. En total, se han recogido 125 muestras para ser cotejadas con las exhumaciones efectuadas hasta la fecha, pero también para la recuperación de restos en el futuro. Un total de 117 muestras han sido analizadas, lo que ha permitido compararlas con un total de 364 restos hallados en 39 fosas. Por ahora no ha habido éxito, aunque no se cejará en el empeño, ya que la iniciativa tendrá continuidad.
Fueron la directora de Gogora, Aintzane Ezenarro, y la investigadora principal de Biomics, Marian Martínez de Pancorbo, quienes desvelaron los resultados arrojados por la iniciativa. El material genético recogido con anterioridad en exhumaciones de Euskadi, pero también de comunidades limítrofes como Navarra, Castilla y León y Cantabria, ha sido cotejado con quienes se han prestado a facilitar su ADN a la institución dependiente de Lehendakaritza del Gobierno Vasco. La práctica totalidad de análisis realizados a los descendientes, sobre todo a hijos, hermanos, nietos o sobrinos de desaparecidos hace ocho décadas ha provenido principalmente de Bizkaia (64 casos), seguida de Gipuzkoa (35) y Álava (10). Vital ha sido también la aportación de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, ya que su banco de datos ha servido para cotejar los resultados obtenidos de los descendientes al estar conectado al de Biomics.
Ese histórico de exhumaciones está compuesto por 364 cuerpos, de los que 90 han sido identificados, 110 están en proceso de análisis y otros 164 permanecen aún sin identificar. “Hemos hallado una coincidencia”, relató Martínez de Pancorbo sobre el trabajo realizado hasta la fecha. “Se trata de un posible caso de identificado, pero no de padre-hijo”, sino que podría tratarse de un ascendiente de un nivel superior al inicialmente pensado. En concreto, se trata del caso de un posible primo tercero de Bernardino Villa, al que sus familiares buscan en las inmediaciones del monte Kolitza.
Cumplida la primera fase con balance positivo “ya que la demanda ha sobrepasado las expectativas de Gogora”, Ezenarro aseguró que el banco de ADN seguirá teniendo sus puertas abiertas a la recogida de muestras de familiares de desaparecidos. “La respuesta positiva que hemos recibido evidencia que, pese al paso del tiempo, las familias siguen buscando a sus seres queridos”, remarcó la directora de Gogora. “Sabemos que va a ser difícil, prácticamente imposible, encontrar a todos los desaparecidos de la Guerra Civil. Pero aun así, mantendremos abierto el proyecto, junto al resto que venimos desarrollando para esclarecer aquellos hechos”, afirmó.
“Si somos capaces de encontrar unos pocos desaparecidos, ya habrá merecido la pena, porque les habremos devuelto su dignidad, tanto a ellos como a sus familiares”, profundizó Ezenarro. Siendo un “capítulo sin cerrar de nuestra historia”, la directora de Gogora adelantó que el banco genético seguirá recogiendo muestras de familiares “por ser un gesto de reconocimiento que, en muchos casos, es el único que han recibido”.
búsqueda en registros A preguntas de algunos allegados de desaparecidos que estuvieron presentes en la comparecencia pública, la directora de Gogora avanzó que se está trabajando en un estudio detallado de fallecidos durante la Guerra Civil, que se cuantifica en torno a las 10.000 personas, aunque es una cifra que jamás se podrá detallar con exactitud. Los registros civiles de Euskadi están siendo la base donde los especialistas están sondeando archivos. Los resultados podrían ser dados a conocer en noviembre.
Muestras. El banco de ADN de familiares de desaparecidos de la Guerra Civil impulsado por Gogora y Biomics suma un total de 125 muestras recogidas durante los últimos meses. La iniciativa, no obstante, está abierta a recibir una mayor cantidad de material genético.
Exhumaciones. La investigación ha permitido cotejar los restos con 363 restos humanos extraídos de 39 fosas. En la actualidad han sido identificados 90, otros 110 están en proceso de análisis y 164 permanecían todavía sin identificar.
Trabajos recientes. El Gobierno Vasco, que mantiene abierto el Plan Vasco 2015-2020 de investigación y localización de fosas, ha efectuado cuatro exhumaciones en la primera mitad de año en los montes Txaldatxur (Donostia), Urkullu (Larrabetzu), Lemoatx (Lemoa) y Legutio. La próxima actuación podría ubicarse en Otxandio.
Los interesados en extraer su ADN para cotejarlo con familiares desaparecidos en la Guerra Civil pueden contactar con Gogora en el teléfono 944032846 o en gogora.idazkaritza2@euskadi.eus.
10
han sido, en total, los alaveses que han acudido al banco de ADN. Por su parte 35 guipuzcoanos y 64 vizcaínos han dado el paso. Ha habido otros ocho de Navarra, Burgos y Cantabria.