madrid. CCOO y UGT no acudirán hoy a la reunión que pretendía celebrar el Gobierno para estudiar, junto a estas centrales sindicales, el proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2011. Para ambos sindicatos la reunión, a la que fueron convocados ayer, es una "tomadura de pelo" en vísperas de la huelga general. "No vamos a atender a esta maniobra de manipulación. Si el Gobierno quiere recuperar la credibilidad sólo tiene un camino: rectificar su política económica y social y retirar la reforma laboral", indicaron en un comunicado conjunto las direcciones de ambas centrales.
Este plantón se produce horas después de que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, tendiera una mano al diálogo con ambas centrales en Zaragoza. "Si su oferta, entre otras, incluye negociar las pensiones tras la huelga general cuando ya ha anunciado su recorte, o los Presupuestos para 2011 cuando ya los ha aprobado, no estamos dispuestos a aceptarla", aseguraron en respuesta CCOO y UGT.
Además, los sindicatos añadieron que no van a participar del juego "de que se aprueben primero en el Consejo de Ministros distintas propuestas económicas y sociales, y después se cuenten a los agentes sociales cuando ya no hay vuelta atrás". "No ha habido ni información ni consulta previa en ninguno de los contenidos de los Presupuestos, incluso en temas en los que sí están obligados a informar y consultar por ley, como el Iprem", recordaban.
Ambos sindicatos han recomendado al Ejecutivo que, "antes de imponer y aprobar, negocie y escuche las propuestas sindicales ya presentadas en las distintas mesas de diálogo social", y le instaron a rectificar su política económica y retirar la reforma laboral. Por todo ello, CCOO y UGT consideran que esta convocatoria es una "absoluta tomadura de pelo", y alegan que "parece como si el Ejecutivo hubiera trasladado el día de los Santos Inocentes del 28 de diciembre al 28 de septiembre de 2010".
"Queremos reiterar que los Presupuestos para 2011 son regresivos, no propician en absoluto la recuperación económica y del empleo, e incluyen distintas medidas de maquillaje fiscal que no convencen a nadie, y que además no consiguen un reparto más justo y eficiente de los esfuerzos para salir de la crisis", sentenciaban.
Consignas Por su parte el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que no valoró la negativa sindical a reunirse con el Ejecutivo, marcó ante la dirección del PSOE el discurso a seguir con respecto a los Presupuestos. Así defendió las Cuentas para 2011 como "fundamentales para apuntalar la credibilidad de la economía española sin renunciar a los pilares fundamentales de la política social".
En la rueda de prensa posterior a la reunión de la Ejecutiva Federal de los socialistas, la secretaria de Organización, Leire Pajín, explicó que Zapatero subrayó ante sus compañeros que se trata de "uno de los presupuestos más importantes y más austeros de la democracia y el primero capaz de fijar una reducción del déficit tan importante como la que recoge este proyecto".
Tanto el presidente del Gobierno como otros miembros de la dirección federal del PSOE valoraron la responsabilidad de algunos grupos parlamentarios, especialmente PNV y CC, en la negociación de los Presupuestos. Así las cosas, la conclusión de Pajín en la conferencia informativa fue que el Ejecutivo "ha cumplido con su compromiso de presentar unos PGE austeros, preparados para afrontar el proceso de reformas de calado que ya se ha iniciado y que va a continuar en los próximos meses". Todo ello, incidió, "preservando los niveles de protección social, con el mantenimiento del esfuerzo de aumento de las pensiones mínimas, la educación y la formación, la investigación y el desarrollo y la protección al desempleo". "No vamos a renunciar a los pilares fundamentales de la política social, ni a la Ley de Dependencia", dejó claro Pajín.