Miren Elorrieta abrió Métayer, su estudio de pintura en la calle Nueva Fuera 20, en la esquina con Abrevadero, hará hace dos años y medio, en pleno Casco Viejo de Vitoria.

Lo hizo en el local de una antigua mercería al que quiso homenajear con el busto de un maniquí que tenía su antigua propietaria, que hoy preside el mismo, y que ha convertido en toda una obra de arte a modo de cuadro en 3D del que brota una planta en su parte superior, y que además le hace servicio al tapar la caja de electricidad.

Y no es lo único que sorprende de este luminoso local del Casco Viejo, en el que mire donde se mire hay siempre hay algo que llama la atención: desde sus escaparates archipremiados en concursos, como el de la última Navidad de los Visual Sariak de la Cámara de Comercio de Álava o el de Primavera/Otoño de Aenkomer y que ahora está ultimando con una temática inspirada en Frida Kahlo, ya que “¿qué mejor flor que ella?” a un interior en el que a uno se le van los ojos a sus cuadros cenitales inspirados en “la vieja del visillo”, como describe con humor, en los que se ve a una cuadrilla de amigas recostadas en el mirador de Los Arquillos, o el de una emocionada Patti Smith abrazada a Joan Báez “que todavía no está acabado”, aunque nadie lo diría.

Abierto a más clientes

Su estudio es su sueño hecho realidad y aunque está en una esquina de la almendra que, como dice, no es de las más concurridas, ha conseguido abrirlo a todo el público posible desde que en la primavera del pasado año decidió apuntarse a la iniciativa del Tour Virtual de Aenkomer.

Un proceso gratuito, que además de sencillo, fue de lo más rápido: “El 31 de mayo se pusieron en contacto conmigo y ya quedamos para que hicieran las fotos. Vino aquí y las hizo, sin que me quitaran tiempo, y listo”.

Así, ha conseguido que cualquiera que pinche en Google Maps pueda recorrer su estudio a golpe de click de ratón y ver qué tipo de obras crea:

“Son adelantos que ayudan a visualizar mejor mi trabajo y saben dónde estás”, resume.

Encargos

De esta manera, también se ha animado más gente a hacerla encargos, más allá de los clientes que tenía hasta ahora por el boca-boca, entre los que habían quedado contentos con sus trabajos o los que la habían conocido por sus exposiciones.

Aparte, cuenta que Aenkomer también ha dado a su estudio una serie de consejos útiles para mejorar las cuentas que tenía en redes sociales: “Desde que procure actualizarlas de forma constante, a pautas a la hora de cómo hacer las publicaciones, por ejemplo, poner tres fotografías en la cabecera de Instagram... Y hasta a no ser tan humilde para no poner con miedo que me han dado un premio”.

"Un todo"

Ha sido “un todo, una mejora global”, porque además de haber mejorado su presencia digital, y seguir participando en concursos, en este tiempo también han acabado el arreglo de la calle, lo que también ha ayudado a que su estudio tenga más oportunidades de verse, ya que ahora esta vía invita a pasearse por ella.

“Hay gente que se pone en contacto conmigo por correo electrónico o por Instagram. Recomiendo al 100% que participen. Todo son pequeñas ayudas. Y la gente ha sido muy amable y accesible con todos los servicios que nos han ofrecido”

“Hay gente que se pone en contacto conmigo por correo electrónico o por Instagram. Recomiendo al 100% que participen. Todo son pequeñas ayudas. Y la gente ha sido muy amable y accesible con todos los servicios que nos han ofrecido”.