Ona Carbonell ha sido la primera invitada de la semana en 'El Hormiguero'. La capitana del equipo de natación sincronizada ha acudido al plató de Trancas y Barrancas para promocionar su nuevo documental, 'Ona Carbonell: Empezar de nuevo', en el que cuenta su experiencia durante su vuelta a la competición tras ser madre. El documental estará disponible a partir del próximo 2 de marzo en Rakuten TV.
'ONA CARBONELL: EMPEZAR DE NUEVO'
Ona ha hablado con Pablo Motos de lo que los espectadores se encontrarán en su nuevo documental. La nadadora ha asegurado que en él se muestra como es su día a día: "Muestro cómo se puede conciliar en el deporte, darle más visibilidad y que sea compatible con los deportistas, aunque el deporte de élite no es muy saludable", y ha explicado lo mucho que le costó tomar la decisión de grabarlo.
"Me costó un montón hacer el documental. Mi pareja no tiene WhatsApp ni redes sociales y yo soy bastante celosa de mi intimidad. Sí que dije que no quería que se viera la cara del niño, pero sentí la responsabilidad de visibilizar la situación que hay en el deporte de élite con la conciliación, que es un tema todavía muy tabú, que hay pocas ayudas, poca información, y creo que hay mucho margen de mejora", señaló Carbonell sobre los motivos que la hicieron decidirse.
El presentador ha querido resaltar que la intención de la nadadora es abrir el camino de la maternidad a otras deportistas de élite.
"Yo hubiera sido madre antes y nunca lo fui porque pensaba que iba a perder mi profesión, mis retos, mis medallas... Ahora me he dado cuenta de que la conciliación es difícil, que hacen falta más ayudas y mayor visibilidad, pero es posible ser madre siendo deportista de élite", afirmaba la invitada.
VOLVER A ENTRENAR TRAS SER MADRE
Además, la catalana también desveló que, aunque siempre ha sido muy elástica, tras el embarazo esto se acentuó aún más y la llevó tener un cuidado especial en los entrenamientos: "Hay unas hormonas que te hacen ser más flexibles. Yo di a luz en agosto y en septiembre, octubre, ya estaba entrenando. Y tuve que ir con mucho cuidado, limitándome a mí misma, para no lesionarme", contó Ona, que también confesó que a pesar de que debería haber esperado seis meses para volver al trabajo, decidió volver antes para llegar a tiempo a los Juegos Olímpicos de Tokio: "Yo empecé a entrenar al mes y medio de dar a luz, pero todavía tenía el abdomen abierto, el suelo pélvico fatal...", reveló durante la entrevista.
La vuelta al trabajo, aunque con muchas ganas, le costó trabajo a Ona: "Yo creo que en un deporte de agua es más fácil volver que en un deporte de impacto, pero me costó volver a ser yo, no lesionarme y, sobre todo, no dormir, levantarme mil veces para dar el pecho o cambiar el pañal a mi hijo y entrenar diez horas al máximo. Estaba muerta", pero reconoce que pese a todo se siente muy afortunada:"Yo soy una privilegiada porque he tenido ayuda en casa, una estabilidad económica, mi entrenadora y mi equipo me han apoyado mucho, pero lo de dormir lo he llevado fatal porque llegaba muy cansada a los entrenamientos por no dormir", apuntó.
¿PENSÓ EN LA RETIRADA?
La primera invitada de la semana, reconoció en 'El Hormiguero', que en algún momento pasó por su cabeza la idea de retirarse de la competición.
"En los Juegos Olímpicos me sentía muy responsable porque era parte de un equipo y hubo muchos momentos que me sentía mala madre y mala deportista porque no sabía si había tomado la decisión correcta y creía que no hacía bien ninguna cosa. Entonces, es verdad que durante el año tuve muchos momentos de decir 'no aguanto'. Fatiga de decir no me puedo poner el bañador ni conducir hasta casa", explicó la de Barcelona.