El mejor modo de celebrar un aniversario señalado es hacerlo por todo lo alto. El proyecto del Peugeot Partner cumple veinte años liderando las ventas en la categoría de los vehículos comerciales ligeros. La marca del león ha sabido evolucionar continuamente su modelo, al que las sucesivas renovaciones tecnológicas y de diseño han permitido sintonizar con el público y escalar posiciones. El Partner es hoy el favorito de una clientela en la que se mezclan los compradores profesionales (tanto autónomos como empresas que demandan flotas) y los particulares, desbancando de esa posición de liderazgo a su primo de Citroën.
En la primera mitad del año se han matriculado 10.200 unidades de Partner, volumen que otorga al fabricante francés una cuota de su mercado del 11,4%. La cifra supone un incremento en las entregas del 29,3% respecto al mismo periodo del ejercicio pasado. Dicho porcentaje duplica holgadamente el ritmo de crecimiento del segmento, que progresa un 13,8% de enero a junio.
Concebido inicialmente como un producto completamente autónomo, el Partner ha ido adecuando su estampa y sus contenidos a las sucesivas pretensiones del público. Éste ya no está integrado únicamente por industriales, sino que incluye también particulares que alternan usos profesionales y domésticos. Dicha clientela amplia y heterogénea, reclama, cada vez más, polivalencia y versatilidad. Desea un vehículo funcional y rentable para la jornada laboral, pero que sea compatible con cometidos familiares fuera de ella. Es decir, que sea cómodo, bien pertrechado y estéticamente grato.
Para amoldarse a ese cada vez más amplio abanico de compradores, Peugeot despliega un completo reparto motriz y formal. Lo conforman variantes clásicas de motivación eminentemente laboral, propuestas furgón-pasaje para una utilización mixta, además de creaciones Tepee expresamente orientadas al ocio (alguna de ellas con clara inspiración SUV).
Ese variopinto pliego de condiciones ha obligado a Peugeot a ir modulando de forma paulatina la estampa, las dotaciones y las prestaciones del Partner. Su diseño concilia hoy practicidad, aerodinámica y refinamiento. El equipamiento de las versiones básicas se va enriqueciendo en las superiores hasta rivalizar con los turismos más refinados. La transferencia de tecnología permite que el modelo comparta los más avanzados recursos (motores, transmisiones, suspensiones, etc.) con el resto de la gama.
Desde su estreno hace veinte años el modelo fue pionero en proponer adelantos insólitos en la categoría para esa época. Ofertaba, entre otros elementos, frenos ABS, aire acondicionado, airbags o motores gasóleo de última generación. Ese talante innovador persiste hoy en día. A bordo de un Partner contemporáneo se puede disfrutar de sofisticaciones como la pantalla táctil de 7 pulgadas, que permite el acceso a todo un mundo de conectividad y que centraliza múltiples funciones del vehículo, desde el navegador hasta el sistema de audio o la climatización. El capó delantero acoge la completa oferta de motores Euro 6 de la marca, entre los que destaca el bloque 1.6 BlueHDi de 100 CV, cuyo contenido consumo depara unas emisiones de CO2 mínimas de 106 g/km.