Con todo un verano de fiestas por delante, el PNV ha querido hacer un llamamiento a la calma para frenar la dinámica de enfrentamientos con las policías locales y la Ertzaintza que retrotrae a tiempos pasados. Y este paso adelante lo ha dado tras un episodio que le parece especialmente preocupante y que se vivió en la madrugada del sábado al domingo en Azpeitia. Más de una docena de personas entró en la comisaría de la Policía local para protestar por la sanción a un joven que realizaba una pintada, hasta el punto de que los agentes tuvieron que pedir refuerzos a la Ertzaintza, dos ertzainas terminaron heridos (tres, según otras fuentes) y, mientras tanto, más de 200 jóvenes hacían guardia en el exterior. Tras lo sucedido, el ayuntamiento gobernado por EH Bildu dio su apoyo a la Policía local, pero señaló a la Ertzaintza y a su “desproporcionada” presencia en la localidad. Este mismo lunes, Arkaitz Rodríguez trataba de quitar hierro al asunto y se quejaba como secretario de Acción Política de EH Bildu de que le pidan que condene “una pintada con rotulador en un contenedor de pilas”, pero no es así: la pintada fue el detonante de la comitiva hacia la comisaría, y lo que le piden a Bildu que condene es lo que sucedió a partir de ahí, la agresión que denuncian los agentes. Tras esta secuencia de acontecimientos, el PNV recriminó a EH Bildu que actúe con “equidistancia” y que “disculpe” estos comportamientos, y le recordó que los políticos están para “apagar fuegos, no para encenderlos”.
El PNV se posicionó sobre este asunto a través de unas declaraciones enviadas a la prensa. En esta nueva etapa de Aitor Esteban, que quiere dar proyección a distintos portavoces y perfiles, fue el burukide Andoni Busquet quien salió a la palestra, en lo que supuso el estreno del exalcalde de Basauri en unas declaraciones públicas como burukide. Busquet aseguró que el PNV está “muy preocupado” porque se están dando comportamientos “inaceptables” en el transcurso de las semanas, “aunque en contextos distintos, pero siempre contra los mismos”. Se refería a que, en cuestión de un mes, se han producido altercados en Hernani, al parecer con una motivación racista; en Ordizia, cuando se intervenía para separar a dos grupos violentos con antecedentes; y ahora en Azpeitia, para rechazar la sanción a un joven que realizaba una pintada.
“Es inaceptable que estemos disculpando comportamientos de asalto prácticamente a las dependencias municipales. Lo que han hecho es solicitar apoyo a la Ertzaintza”, añadió, en lo que parecía una respuesta a EH Bildu cuando se quejaba de la presencia “desproporcionada” de ertzainas. Busquet recordó que los agentes “están para hacer cumplir la ley y las normas aprobadas democráticamente por nosotros y nosotras”. “Esto no se puede repetir y, como responsables políticos, tenemos la obligación de cortar estas situaciones de tensión innecesaria, de cargar contra el que está velando porque se cumplan las normas y leyes de las que todos nos hemos dotado. La equidistancia de algunos responsables políticos es de asustar. No podemos volver a escenarios que creíamos ya pasados, del aquí todo vale. Solo nos queda hacer un llamamiento a la calma y también un apoyo expreso a la labor de las policías locales y la Ertzaintza, que son policías del pueblo y para el pueblo y están para que se cumpla la ley de la que todos nos hemos dotado”, añadió.
"Como una matxinada"
Busquet denunció que varios jóvenes se dirigieran a la comisaría “como si fuera una matxinada”, cuando lo que hicieron los agentes fue aplicar la ley al ver que una persona estaba realizando una pintada. Ese joven estaba escribiendo una consigna antipolicial, las siglas ACAB, de all cops are bastards, o todos los policías son unos bastardos. Se le propuso una sanción por deslucimiento de bienes públicos. De ahí vino después la comitiva y el asedio en la comisaría. Una vez escuchadas las declaraciones de EH Bildu, Busquet aseguró que “los responsables políticos estamos para apagar estos fuegos y no para encenderlos”, algo que pone en duda que hagan las declaraciones del partido de Arnaldo Otegi. Como ya informó Grupo Noticias, los jóvenes se dispersaron tras la mediación de un concejal de EH Bildu, aunque las declaraciones posteriores de este partido son las que llevan al PNV a la preocupación.
La presencia de la Ertzaintza
El partido de Sabin Etxea cree que EH Bildu tiene una responsabilidad añadida en todo lo que está sucediendo, en la medida en que, durante décadas, sectores de la izquierda abertzale alimentaron el hostigamiento a la Ertzaintza. Y no entiende que se insinúe siquiera que la presencia “desproporcionada” de ertzainas pudo contribuir a un clima de tensión cuando, además, la Ertzaintza acudió precisamente ante la llamada de la Policía local, que se vio superada en número y desamparada. Este extremo lo reconoce el propio ayuntamiento de Azpeitia, aunque después incurre en esa otra reflexión contradictoria sobre el despliegue “desproporcionado”.
El secretario general del PSE de Gipuzkoa, José Ignacio Asensio, por su parte, dijo que “las agresiones y las amenazas a los policías forman parte de una cultura de la violencia que hemos combatido siempre”, y añadió que “los intentos de EH Bildu de restar importancia a hechos tan graves ponen en evidencia a sus responsables”.
Responsabilidad "añadida" de EH Bildu
El PNV de Gipuzkoa, donde se están concentrando estos altercados, también condenó el “asalto violento”, y avisó de que “culpar a la Ertzaintza, como han hecho la alcaldesa de Azpeitia y EH Bildu, avala el recurso a la violencia”. Recuerda la expulsión de un ertzaina de las txoznas en Beasain, y que en Hernani se produjo un asalto racista, “mientras se coreaba Gora ETA militarra”. “Son consecuencia de décadas de una cultura política que ha considerado admisible el uso de la violencia”, avisa, para recordar que Bildu tiene “una responsabilidad añadida que, en lugar de asumir, elude tratando de señalar culpables ajenos”: “Una actitud pasiva o acrítica con la violencia solo consigue retroalimentar su lógica y su transmisión generacional. EH Bildu debe hablar con claridad y firmeza sobre el error ético y político que representó y sigue representando el recurso a la violencia”. La diputada general Eider Mendoza pidió “denunciar con firmeza” para que “la violencia no vuelva a echar raíces en suelo vasco”.