madrid - Se siente feliz en un escenario y también delante de las cámaras que graban las aventuras de Raquel, su personaje en la serie de Telecinco La que se avecina. El escaso tiempo libre que tiene lo dedica a su blog, Confesiones de una rubia, que a partir de septiembre se convertirá en un libro de autoayuda con el mismo título. La obra El clan de las divorciadas, que presentará en el Palacio Euskalduna del 24 al 28 de este mes, dura noventa minutos y en ella se darán todo tipo de situaciones. En el escenario está acompañada por Esperanza Elipe y Andoni Ferreño, quien hace un personaje femenino. La clave de su trabajo está en modo de comedia y disfruta haciendo teatro y televisión.
¿Cómo es su personaje en la obra?
-Soy la guiri, la extranjera, la rubia tonta, que es supergraciosa y canta muy bien; pero el personaje aunque parezca tonto no lo es tanto. Las tres nos hemos divorciado, nos hemos separado y económicamente no estamos bien. La obra habla de la convivencia de tres mujeres.
¿Cuánto lleva haciendo teatro?
-Tres años. Después de hacer Tres, mi primera función, sentí un amor a primera vista por los escenarios y, desde entonces, no me he podido bajar de ellos, he ido enganchando una obra tras otra y disfrutando a tope.
¿Combinan bien teatro y televisión?
-He pasado unos meses muy duros. En julio del año pasado empezamos a ensayar El clan de las divorciadas y coincidió con el arranque de la grabación de la novena temporada de La que se avecina.
Dicen que las grabaciones de ‘La que se avecina’ son muy intensas, ¿Cómo se las arregló?
-Me levantaba a las cinco de la mañana, terminaba de grabar a la tarde, iba al teatro y llegaba a casa a las once y media o doce de la noche, y los fines de semana tenía dobles funciones. Ha sido muy intenso pero ha merecido la pena. Subirte a un escenario engancha y una vez que lo pruebas no te puedes bajar.
Pronto comenzarán las grabaciones de la décima temporada de la serie, ¿no?
-Creemos que para septiembre, aunque aún no nos han dicho las fechas.
Tiene que ser agotador grabar una serie tan disparatada y con unos personajes tan extremos.
-Es una serie muy loca con un ritmo frenético. Todo pasa rápido, tiene un tiempo determinado y hay que adaptarse. Cuando vienen actores que no son habituales se quedan un poco abrumados y dicen: ¡Qué locura es esta!
A usted lo que le gusta es compartir piso, lo hizo en ‘Aquí no hay quien viva’ y lo hace en ‘La que se avecina’ y en ‘El clan de las divorciadas’.
-La verdad es que sí, llevo más de trece años viviendo en comunidades muy extrañas, muy raras y con mucho movimiento. Me he acostumbrado. Como decía antes, el ritmo de trabajo es frenético. Si lo combinas con teatro mucho más, pero me siento una afortunada en seguir trabajando en algo que me gusta.
Se habrá ido a vivir a un chalé, lejos del mundanal ruido de la vecindad.
-¡Qué va! Vivo en una comunidad y mis vecinos son todos encantadores, no dan ningún tipo de problema, no tiene nada que ver.
¿Se imagina alguna comunidad con los líos que hay en Montepinar?
-Sí que me lo imagino. Cuando voy por la calle la gente me cuenta sus vidas, sus problemas con los vecinos. El éxito de esta serie es que hay una parte de realidad, la gente se siente identificada en muchos aspectos.
Hay mucho loco suelto en las comunidades de vecinos.
-Los espectadores se sienten identificados de alguna manera. No es un calco de la realidad, es evidente que todos estén locos en una comunidad no es posible; pero algún que otro pirado sí que hay. De todas formas, hay muchas situaciones para reírse de uno mismo y eso es muy importante en la vida. La vida desde un punto de vista cómico se ve mucho mejor.
¿No se ha cansado de Raquel, su personaje televisivo?
-No, creo que todavía tiene mucho camino que recorrer. Ojalá que en esta nueva temporada le den al personaje el margen para seguir creciendo y disfrutando.
¿Ha dejado de hacer otros trabajos por continuar en una serie que ha cumplido diez años?
-Se cruzaron varias ofertas de series, pero tienes que elegir y decidí quedarme. Siempre arriesgas, nunca sabes hasta dónde va a llegar un proyecto; pero visto lo visto, vamos a hacer la décima temporada, y estoy muy contenta por la decisión.
Decía que era la rubia tonta de la obra de teatro, aunque luego no lo era tanto. ¿Es mejor hacerse la tonta y parecer rubia?
-Tengo un blog que se llama Reflexiones de una rubia, es un blog sarcástico. Hay muchos topicazos. Lo de hacerse la tonta no va conmigo, prefiero mirar las cosas de frente y ser como soy. Nunca he pretendido ser otra cosa, solo lo hago cuando estoy interpretando, en la vida real soy muy directa, voy de frente.
¿Cuándo tiene vacaciones?
-No tengo, pero no me importa, disfruto con lo que hago y procuro disfrutarlo. Soy feliz haciendo lo que hago.