“No entiendo una foto de cien ciervos muertos y un tío gordo sentado con una escopeta”

¿Sorprendió que usted dijera que había dragones y que iba a ir a encontrarlos?

- Mire usted, cuando yo dije que había dragones y que haríamos una serie sobre ellos, me tomaron por gilipollas. Pero le puedo asegurar una cosa, los dragones sí existen.

¿Dónde se encontrado usted con los dragones?

- En el agua, volando de verdad. Me encontrado de todo, dragones cerca, dragones lejos?

El dragón representa más al mito que a la realidad.

- Pero a que le hubiera gustado ver el dragón de sus sueños?

De haber soñado con un dragón, supongo que sí.

- Pues yo los he encontrado y los vamos a mostrar. Existen. La gente lo tiene como mítico pero realmente hemos llegado a un paso más y vamos a demostrar cómo es el dragón hoy en día.

¿Dragón de Komodo?

- Bueno sí, también. Pero nosotros hemos grabado un dragón volando.

¿Es un animal grande?

-No parece un elefante, pero es un dragón que vuela. Hace cincuenta millones de años este dragón era enorme, ahora es más pequeño. Lo hemos encontrado en un sitio pequeño y remoto de Indonesia. Es un lagarto que tiene alas.

Si dice lo de lagarto, desmitifica un poco al dragón.

- Pero es así. Lo que ocurre es que cada uno ha dado forma en su imaginación a la imagen de un dragón. Pues bueno, ya está dicho, este es un lagarto que tiene alas y que vuela.

¿Qué es un dragón?

- Todo lo que nosotros odiamos: no te gustan las cucarachas, las arañas, los escorpiones, los lagartos, los murciélagos? el dragón lo tiene todo.

Está usted por derribar a los mitos.

- Ja, ja, ja? En muchos sitios, de forma mitológica, se ha creado esa especie de animal que tiene las partes que la gente odia, esos animales que dan miedo o asco, así hemos creado el mito del dragón. Hemos pensado que no existe, igual que decimos que no existe el Ratoncito Pérez?

Perdone, ¿existe el Ratoncito Pérez? ¿De verdad cree en él?

- Ya veo, es usted de las que no cree en él; pues una mierda, existe porque a mí siempre me ha puesto un caramelo o dinero debajo de la almohada. Me dijeron que los dragones no existen, pues hemos encontrado dragones reales, y no es el de Komodo; hemos encontrado dragones que vuelan.

¿En la península ibérica podríamos encontrar algún dragón?

- Sí, pero yo no pienso ir en su busca. Seguro que hay dragones. Pero ¿Sabe usted dónde se va a encontrar con dragones? En algún ministerio.

Sigue en su lucha contra el maltrato y el tráfico animal?

- Es algo que llevo dentro y que lo voy a seguir haciendo. Maltratar a un animal es un crimen y una bajeza, humana, por supuesto. En el caso del tráfico de animales, voy a seguir luchando contra esas mafias que sacan mucho dinero traficando con animales que no tienen quien les defienda.

A veces nos encontramos a personajes famosos cazando, matando animales y posando con la pieza abatida a modo de trofeo.

- Volvemos a lo de siempre, cazar es legal. Lo que hay que ver es si es ética o no esa caza. ¿Le parece a usted ético que alguien se siente en una silla y espere a que le pongan el animal delante para cazarlo?

La caza es una práctica que parece que no tiene fecha de caducidad.

- Siempre ha existido. En todas las familias ha habido alguien que ha ido a cazar liebres, perdices? Eso es parte de la humanidad, se ha practicado desde que no éramos humanos. Siempre ha existido la caza como medio de supervivencia. Pero hay que ver cuándo es supervivencia y cuándo se convierte en algo muy diferente.

¿A usted le parece ético? Hay quien juzga a los cazadores como asesinos.

- Es lo que yo me cuestiono, la ética. Es como el toreo, yo nunca digo que un torero sea un asesino; siempre digo que los toreros aman a los animales.

¿Está seguro?

- Sí, los aman a su manera y han crecido de una forma en la que se ven las cosas diferentes. Para ellos el toro es un animal con el que trabajan para dar forma a un espectáculo; es su trabajo.

Últimamente está mal visto.

- Sí, sin ninguna duda. Y a mí me parece mal, sí. Pero hay que ver cómo han crecido estos toreros, cómo se han formado y qué es lo que hacen. Ellos no son asesinos. Los que tienen que tomar decisiones son los políticos o la gente.

La foto de César Cadaval de los Morancos con un guepardo muerto ha levantado astillas y ha indignado.

- Es legal. Yo no puedo denunciar a quien mata a un león o un tigre. ¿Es ético? Es lo que hay que plantearse. No se puede salir en televisión diciendo que adoptas perros y luego matando bichos en otro lado.

¿Ha ido usted caza alguna vez?

- No. Nunca, no voy a hacerlo. Pero a ver, hace años, muchos años, mi abuelo cazaba y traía una liebre y nos la comíamos.

¿Está de acuerdo con lo que hacía su abuelo?

- Ja, ja, ja? Yo no voy a cazar, no he ido nunca. Lo que hacía mi abuelo existe de siempre. Ni lo critico ni dejo de hacerlo. La pregunta que hay que hacerse es: ¿Por qué cazas? ¿Cazas para poner la cabeza de un león en tu casa o porque lo comes?

¿Hay diferencia entre ambas acciones porque ahora la mayoría podemos vivir sin cazar para comer?

- Donde usted vive sí, es posible que sí. Donde estamos es seguro que no necesitamos la caza para sobrevivir, pero no en todos los sitios es igual. El budismo, pone claro el dilema: pesca para comer o por deporte.

Caza, ¿placer por matar?

- No lo sé. No entiendo lo que es la caza, por lo tanto no sé si existe el placer de matar; siempre he entendido la caza como el que va por el monte, busca su pieza, va a casa y se la come. No entiendo ver la foto de cien ciervos muertos en el suelo y un tío gordo sentado en una silla. ¿Esa caza es legal? Sí. ¿Es ética? Hay que verlo, a mí me parece mal.