bilbao - Audi quiere erigirse en nuevo referente para la clientela de SUV Premium. Su instrumento para lograrlo es una segunda generación del Q7 recién aterrizada en los concesionarios. La revisión a fondo del proyecto desvelado hace diez años depara un automóvil imponente, más por su combinación de empaque y calidad que por envergadura: la edición contemporánea es algo más esbelta, compacta y liviana que la retirada. La casa de los aros emprende la campaña de lanzamiento proponiendo dos definiciones de producto y dos variantes motrices de tres litros, TDI de 272 CV y TFSI con 333. Ambas adoptan tracción integral quattro y transmisión automática tip tronic de ocho relaciones. La tarifa arranca en 65.960 euros en el apartado diésel y en 67.210 en la vertiente de gasolina.

La entrega contemporánea reconsidera el diseño original. Construida sobre una plataforma nueva, comprime algo las proporciones conocidas: mide 5.05 metros de longitud (4 cm. menos), 1,97 de ancho (1 cm. menos) y 1,74 de anchura; los 2,99 metros que distancia sus ejes garantizan la holgura necesaria a la cabina de siete plazas.

Los Q7 ofertan de serie faros de xenón, portón trasero eléctrico, sistema de conducción dinámica ‘drive select’, Bluetooth, sistema de frenada automática en ciudad ‘pre sense city’, llantas de aleación de 18 pulgadas, cobertor eléctrico de maletero, control de descenso de pendientes, climatizador de dos zonas, sensores de luz y lluvia, ayuda al aparcamiento trasero, etc. El equipamiento voluntario propone eje trasero direccional, sistema de instrumentación virtual cockpit, suspensión neumática adaptativa y Audi ‘phone box’ con recarga inalámbrica. También da a elegir dos paquetes con avanzados dispositivos electrónicos de asistencia a la conducción. Además, el modelo plantea dos líneas de acabado alternativas, una deportiva y otra más orientada al confort.

PODERÍO. La de Audi es una apuesta firme por la solvencia de movimientos. La elegante y rotunda imagen que esgrime el nuevo Q7 se confirma con un aporte tecnológico de primer orden y contundentes propulsores. Debuta con unidades diésel de 272 CV y gasolina de 333. La primera depara una velocidad máxima de 234 km/h y permite acelerar hasta 100 km/h en 6,3 segundos; exige a cambio una media de 5,7 litros. El 3.0 TFSI, que homologa un gasto ideal de 7,7 litros, consigue 250 km/h de punta y progresa de 0 a 100 km/h en 6,1 segundos. Al muestrario motriz inicial se irán incorporando, a partir del año que viene, nuevos pretendientes. Entre ellos figurará una variante de acceso con mecánica TDI de 218 caballos, así como otra e-tron con tecnología híbrida (electro-diésel) enchufable.