"Desde luego, no era la mejor noche para darse un baño. Se les ha tenido que hacer largo el chapuzón", bromea Carmelo Alonso, bombero del parque de Donostia y jefe de guardia que ha participado en el rescate, en la madrugada de este viernes, de dos personas que se han visto sorprendidas por la corriente en la playa de La Concha.

Pasado el susto de la intervención, este bombero cuenta que no se ha tratado de un rescate "complejo", porque "se ha podido llegar bastante bien hasta donde estaban", pero reconoce que en la cabeza de todos los presentes se encontraba la muerte, el pasado día 15, de un surfista en la Zurriola.

"Nos ha llegado el aviso a las seis y diez y a las 6.23 ya estábamos allí con el neopreno puesto", cuenta esta persona que ha vivido in situ el operativo. "Los jóvenes estaban agarrados a una boya. A uno de ellos hemos conseguido sacarle con la escala por el Náutico, mientras que al otro hemos conseguido montarlo en una zodiac de la Cruz Roja".

A las 6.44 horas, los dos jóvenes, de nacionalidades brasileña y española, estaban ya a salvo en tierra, aunque con una evidente hipotermia que les llevaba directos al Hospital Donostia.

No es para menos. Hoy el agua se encuentra a 13 grados y el mar está embravecido. Y pese a que La Concha no es la más peligrosa de las playas donostiarras en lo que a corrientes respecta, en días de mala mar como hoy, la zona entre el Náutico y la primera rampa, donde estos jóvenes han decidido darse el chapuzón, es peligrosa, ya que las olas te arrastran mar adentro.

Afortunadamente para los dos temerarios, el rescate ha tenido un final feliz, al contrario de lo ocurrido en La Zurriola. Si bien desde el cuerpo de bomberos hacen un llamamiento a la prudencia, aunque reconocen: "No es normal que en una noche así alguien decida bañarse".