- El bar es en los pueblos ese gran punto de unión y corazón de la vida social de los municipios pequeños, donde mayores y jóvenes se reúnen mañana y tarde a conversar, a jugar a las cartas, desayunar o leer el periódico. Una de las peores cosas que le puede pasar a un pueblo es que el bar desaparezca. Esto le había ocurrido a Jabaloyas (Teruel). Los Diezmos había dejado de latir hace unos cuatro meses. Su gerente, Marisol Tristán, de 55 años, lo dejó a finales de agosto tras unas disputas con el alcalde, Enrique Álvarez (PSOE). Ante esto, los vecinos recurrieron a una moción de censura, votaron, y lograron echar al edil el pasado 5 de noviembre. Jabaloyas cuenta con 57 habitantes, un caso más de despoblación y de la España vacía que lucha por sobrevivir y que se resiste a desaparecer. El caso del bar, uno de los atractivos del pueblo, es un ejemplo claro del hilo tan fino que mantiene con vida a estos municipios. Los Diezmos es propiedad de la Fundación de Desarrollo de la Comunidad de Albarracín. Marisol Tristán empezó a regentarlo en octubre de 2017, una vez se asentó en el pueblo tras comenzar visitándolo por negocio y como segunda residencia. "Lo cogí para dar servicio y para ganarme la vida", cuenta al diario El País. Allí se encontraban los vecinos para hacer todo, para trabajar, usar la conexión wifi, leer, tomar algo, comprar la lotería€Era la vida entera del pueblo. Sin embargo, hace un año comenzaron las disputas y roces con el alcalde. "En septiembre de 2019 nos quería tirar", continúa Tristán, que añade: "Lo que ha ido haciendo es machacarnos en vez de apoyarnos". El medio también recoge las palabras del ya exedil: "Yo no les podía echar, han cerrado porque les ha dado la gana". "Todo lo demás es mentira", sentencia. Aunque Enrique Álvarez se defiende y afirma que nadie había dicho nada antes, sus vecinos no dudaron en luchar por el fin de su labor. Algunos afirman que no escuchaba las exigencias de los vecinos en las reuniones, mientras que la exalcaldesa se ha posicionado con Álvarez y culpa a Ayuntamientos anteriores de la situación actual. Finalmente, las urnas hablaron y la moción de censura fue suficiente. Con 25 votos a favor, 18 en contra y una abstención, del total de 44 censados presentes, la victoria fue para los vecinos enfrentados con el alcalde. El nuevo edil es Óscar Castillo, que ha asegurado que los nuevos gerentes del bar quieren abrir antes de final de mes. Ya se han producido reuniones para debatir el futuro del pueblo y atraer a gente.