Da la sensación de haber estado concediendo entrevistas toda su vida. Es madura, con un discurso muy interesante y defiende estupendamente el texto con el que se ha alzado con uno de los premios más perseguidos por los novelistas jóvenes. Tiene las ideas muy claras y ha dado una visión muy diferente a la que en su día ofreció sobre las brujas de Salem Arthur Miller. Especialista en Derecho Laboral, tiene claro que no va a dejar su profesión académica, pero dice que va a seguir con la escritura porque ideas no le faltan.

Dentro de dos años, ¿qué pasará en ese tiempo?

La novela coge de base la historia de las brujas de Salem, pero con una perspectiva diferente. En esta ocasión el protagonista es el juez principal de aquel proceso contra una serie de mujeres acusadas de brujería. La pregunta que se cuestiona mi libro es: ¿qué pasó con el juez?

¿Por qué centrar una novela con un tema como las brujas de Salem en la figura del juez?

Porque yo quería explorar el arrepentimiento. El juez es una persona muy atormentada, se ve envuelto en una serie de aventuras, y cree que con sus acciones puede cambiar muchas cosas. Lo que hago es traerme la historia de Salem a territorio español. Al margen de la distancia temporal, hay temas de mucha actualidad en este relato sobre brujas.

¿Por ejemplo?

El machismo imperante, aunque yo no aludo a los temas directamente, prefiero que el lector los intuya a través de los hechos. También está la persecución política, que se percibe al final de la novela y es el propio juez quien la experimenta.

¿Su intención era ajusticiar al juez?

Da esa impresión. Le hago sufrir todo el rato y no solo es un viaje físico el que experimenta, sino moral y ético en el que va creciendo. También recupero una vieja gloria de la literatura, y no solo de la literatura, sino de las historias que se contaban boca a boca antes, que son los tratos con el diablo y cómo pueden salir. Al final, son una serie de elementos que forman parte de la tradición y yo les doy una nueva vuelta.

Se ha inclinado por un tema histórico que roza la leyenda. ¿Por qué?

Por casualidad. Siempre me han llamado la atención las historias que tratan sobre mujeres. Siempre me ha interesado el poder de las mujeres o el sufrimiento que han padecido. Siguiendo este camino, acabé llegando a las brujas y al concepto tradicional de las brujas. Llegué a la caza de brujas de Salem a través de la Inquisición española, empecé a investigar sobre el tema y vi que había cabos sueltos que nadie había tratado.

Pues daba la sensación de que sobre brujería ya se había dicho todo.

No. Todo el mundo habla a través de las descendientes de esas brujas imaginarias, todo ello con una ambientación de historias mágicas que se ven mucho en cine y también en literatura. Yo quería hacer una cosa diferente y por eso escogí el personaje del juez.

¿Para obligarle a arrepentirse?

Ja, ja, ja? No llego a tanto. Lo que sí creo es que los sentimientos de arrepentimiento y de resentimiento no están muy tratados en la literatura. Es muy interesante analizarlos porque dan bastante juego. Había una serie de elementos que yo no había visto en otros libros y fueron estos elementos los que me ayudaron a configurar mi historia.

Su primer libro y?

?Ha sonado la flauta y estoy encantada. Es una novela que me ha llevado mucho tiempo, porque me tomé con mucha calma lo de escribir. Figúrate, la idea inicial se me ocurrió en la época del instituto y hasta que llegué al final la historia ha pasado por muchas transformaciones. Habrán pasado unos seis años desde que toda esta aventura se puso en marcha.

Sin embargo, su formación universitaria tiene poco que ver con el mundo de la literatura.

Hice un doble grado de Derecho y Relaciones Laborales. Aproveché lo del Derecho para manejar la parte del vocabulario jurídico que tiene el libro.

Ha ganado su primer premio siendo muy joven.

Tengo 24 años, pero el concurso lo gané cuando aún tenía 23 años y estaba a punto de cumplir un año más.

¿Dónde ve el futuro, en su formación académica o en la literatura?

Me gustaría seguir en ambas cosas. Estudié Derecho Laboral y es lo que me gusta. Escribir lo haré de forma paralela. He disfrutado mucho con la novela y tengo algunas ideas en la cabeza.

¿Le aconsejó alguien que se presentara a este premio?

Fue decisión propia y no se lo dije a nadie. Cuando mi entorno se enteró de que había ganado el premio se sorprendieron. Yo no hablaba de mi afición a escribir y muchos de mis amigos ni siquiera sabían que lo hacía. Mi familia ni sabía que me había presentado al concurso. Conocí el premio a través de otros escritores que lo habían ganado antes y lo mandé porque pensaba que podía tener una buena acogida.

La historia que ha escrito es muy profunda, analiza muchos temas y sorprende en una persona de su edad.

Me ha salido profunda porque habla de cosas que he vivido. El arrepentimiento, por ejemplo, todo el mundo se ha arrepentido alguna vez de algo. Simplemente, se trata de ponerlo en perspectiva y de dar a los temas una dimensión más grande de la que tiene para ti. Es una historia que daba mucho juego, porque tenía muchos elementos con los que poder jugar. No es excesivamente histórica y creo que es dinámica.

¿Qué es lo que más le ha costado?

Las reflexiones y sentimientos eran partes del libro que me las tomaba con mucha calma. En la medida en que iba experimentando cosas en mi vida, las añadía. Creo que tengo bastante empatía, es algo necesario para escribir sobre los sentimientos de otras personas; en este caso, de mis personajes. Es cierto que tenía que ponerme en situaciones que no he vivido nunca y que no voy a vivir, por eso tenía que echar mano de la empatía.

¿Cómo valora su novela?

No lo sé, pero creo que ha quedado bastante aceptable.

¿Se siente identificada con alguno de sus personajes?

Sí. Con el juez, con el protagonista.

Es curioso, es hombre.

Quizá alguien hubiera imaginado me iba a sentir más identificada con las mujeres por el tema de las etiquetas y las acusaciones. Hay cosas que ocurren a estas mujeres que ya están superadas y no hay posibilidad de retorno. Por mucho que se hable de estigmas, a mí no me van a llegar de la misma manera. Pero un sentimiento que tú vas a vivir continuamente es el del arrepentimiento, y por eso pongo el acento en el protagonista.

No todos los arrepentimientos son iguales ni por los mismos motivos...

Evidente, pero yo tengo que caracterizar a este hombre y hacer que los lectores se sientan cercanos a un personaje que en principio es repulsivo. Es quien ha juzgado y condenado a toda esa gente inocente y quien en la vida real nunca firmó un escrito de arrepentimiento; aunque sus compañeros sí.

¿Por qué se ha decidido por un tema como la brujería?

Porque ofrece representaciones muy veraces de cosas que siguen sucediendo en la actualidad. Hablamos mucho del machismo, algo que sigue existiendo en la actualidad, también de la persecución?

¿Persecución ahora? ¿En qué sentido?

Estamos viviendo un momento político muy desagradable, sobre todo con las redes sociales, donde parece que se puede hablar mal de cualquiera y que se puede acusar de lo que a uno se le ocurra aunque sea sin pruebas. Es un episodio que ya lo vio Arthur Miller en su momento, por eso lo utilizó para explicar lo que le estaba pasando a él. Lo de la persecución de la brujería es un episodio que habla tanto del ser humano que es muy fácil para explicar una realidad. Para Miller era su realidad y la que yo cuento es distinta, pero sigue siendo una realidad.

Supongo que también es muy buena lectora.

Siempre me ha encantado leer. Me queda mucho por leer, tengo una lista inmensa de libros que nunca acabaré, pero he leído un poco de todo. Siempre me leía todo aquello que caía en mis manos, y sigue siendo igual.

Tendrá algún género preferido.

Ha tenido mucha influencia lo que leía en la época infantil, mucho más que la juvenil. En el instituto pillas muchas novelas que para aficionarte a la lectura vienen muy bien, pero no te hacen crecer como persona, no te enseñan gran cosa. Las infantiles suelen tener mensajes ocultos que son muy bonitos. He leído clásicos, literatura fantástica, realista?

PERSONAL

Edad: 24 años.

Lugar de nacimiento: Villablino (León).

Formación: Estudió el doble grado de Derecho Laboral y Recursos Humanos en la Universidad Complutense de Madrid.

Trayectoria: Trabaja en una empresa en el departamento de Recursos Humanos. Desde su época del instituto tuvo entre ceja y ceja la idea de escribir una novela sobre el universo de la brujería, fijando el foco en lo ocurrido en Salem en el siglo XVII. Dentro de dos años es el título de la novela que presentó sin decir nada a nadie a la última edición del Premio de Novela Ateneo Joven de Sevilla. Con 23 años recibió la noticia de que había sido la ganadora.

Aficiones: Se considera una gran lectora. Le gustan mucho los textos de Lorca y disfruta con una gran diversidad de géneros, aunque reconoce que lo que más le ha marcado fue la literatura infantil que leyó de niña.