- Oluwageorge Johnson, de 20 años, regresó a su residencia estudiantil de la Universidad Trent de Nottingham (Reino Unido), la cual había abandonado en marzo antes de la cuarentena, y encontró que su habitación había sido invadida por palomas. Las aves destruyeron la mayoría de sus pertenencias llenándolas de excrementos e incluso dejaron a un polluelo y huevos en el fregadero de la cocina. El estudiante, procedente de Enfield, en el norte de Londres, fue informado de lo ocurrido por los empleados de la residencia, que le mandaron un email diciéndole que habían entrado en su apartamento tras oír un ruido sospechoso y se encontraron con lo que compararon con “una escena de película de terror”. La explicación a lo ocurrido fue un pequeño error que salió muy caro: Johnson se olvidó de cerrar una ventana, circunstancia que fue aprovechada por los pájaros para hacerse los dueños de lugar. “Estuve ausente durante cinco meses. Nunca más volveré a dejarme una ventana abierta”, lamentó el estudiante.