En la sociedad inuit, “inua” significa persona, ser humano. Y este fue el nombre elegido por Txaro Mardaratz Nájera hace más de 10 años cuando dio el paso de hacerse autónoma y crear su propio proyecto profesional y personal para menguar y para ser más libre. Sí, no es una errata.
Mientras muchos dan vida a un proyecto de emprendimiento para crecer y tener más éxito, en el caso de nuestra protagonista su decisión implicaba poder ser más pequeña, tener una mayor libertad para decidir en qué proyectos o con qué clientes quería trabajar, así como disfrutar de una vida menos complicada donde ella misma pondría los tiempos y los límites.
Y la mejor manera que se le ocurrió para ello fue hacerse autónoma, con la ayuda de la Fundación Gaztenpresa de LABORAL KUTXA, aunque para algunos esta forma de vida no case con esos ideales que ella perseguía con su decisión.
“INUA somos yo y mis circunstancias y en mi empresa ofrezco una experiencia de muchos años dentro del sector del turismo, así como una amplia versatilidad para adaptarme a todo tipo de encargos, escenarios y clientes”
“Me aburro con relativa facilidad y para mi este era el paso lógico para seguir disfrutando de esta vida que tenemos” recuerda divertida una Txaro que, antes de abrir las puertas de este espacio, ha trabajado como empleada de todo tipo de empresas turísticas, como organizadora de eventos, traductora, guía o azafata.
La cabeza en las nubes y los pies en el suelo
Es el lema del que hace gala Txaro cuando habla de un espacio profesional que comenzó en el año 2012 tras más de 25 años dedicada en cuerpo y alma al mundo del turismo y al sector de la organización de eventos.
“INUA somos yo y mis circunstancias y en mi empresa ofrezco una experiencia de muchos años dentro del sector del turismo, así como una amplia versatilidad para adaptarme a todo tipo de encargos, escenarios y clientes”, explica acerca de los valores añadidos de este proyecto que forma parte del complejo mundo del turismo y que va más allá que organizar un viaje o unas vacaciones de verano a un destino concreto.
“Dentro de este ámbito tan importante se dan la mano numerosos factores, así como sub-sectores. Está a anclado a distintos sectores económicos como por el ejemplo el primario (escenificado en la gastronomía, el mundo rural…), e secundario (en forma de construcciones, hoteles, infraestructuras, transporte…) y, como no podía ser menos, el sector servicios que entran en la prestación que se hace al cliente final”, nos detalla. Y para coordinar todo esto hay un trabajo arduo y mucho esfuerzo que no se ve detrás.
Aplicar lo vivido y aprendido en medio mundo
Trabajo como el que hace Txaro en INUA. Pese a que en sus comienzos empezó llevando la gestión y organización de todo tipo de eventos, con el tiempo y más actualmente se dedica a todo lo relativo a consultoría turística para la promoción de un producto o de un destino en concreto.
Una labor que llena de orgullo a una mujer que ha viajado alrededor del mundo y que desde hace unos años ha decidido aplicar todo eso que vio y aprendió a miles de kilómetros para dar a conocer las bondades y los tesoros más bonitos de Álava y Euskadi desde una experiencia turística que resulte inolvidable.
Y todo ello tomando como referencia, volvemos a los orígenes de INUA, con el pueblo inuit con el que Txaro se siente identificada por una forma de vida basada en los principios fundamentales de la sostenibilidad y el equilibrio con el entorno.
“Esto me resulta muy inspirador. Cada día aprendemos cosas nuevas, en un nuevo trabajo, en un nuevo proyecto, con una nueva colaboración… Cada día es un regalo que hay que afrontar con la ilusión de aprender algo nuevo en el proceso”.