Guía imprescindible para dar la vuelta al mundo sin salir de Euskal Herria
La variedad de paisajes, climas y entornos, unida a la riqueza del patrimonio histórico permite encontrar parecidos más que razonables con muchos lugares de nuestro planeta
A todos nos gusta viajar, conocer lugares nuevos y diferentes a aquellos en los que normalmente nos movemos. La curiosidad siempre ha sido una potente motivación para salir al mundo y ver qué hay más allá del horizonte, sea este geográfico o mental. Pero también es cierto que una vez que nos plantamos ante los nuevos paisajes o edificios, tendemos a compararlos con los que conocemos, con los que nos rodean o con los que ya conocemos de antes.
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Si a esto le unimos que España es uno de los territorios con mayor variedad paisajística, con una riqueza patrimonial casi descomunal, no es de extrañar que hagamos comparaciones cuando se viaja al extranjero o que sean los viajeros foráneos quienes las hagan cuando llegan al país. Y esta situación parece ser el germen de la guía La vuelta al mundo sin salir de España, cuyo autor es Antonio Puente Mayor.
Turismo internacional sin cruzar fronteras
Con La vuelta al mundo sin salir de España, Antonio Puente Mayor demuestra que no es necesario cruzar fronteras para descubrir maravillas comparables a las de los destinos más exóticos del planeta.
A lo largo de sus páginas, el libro explora la diversidad y riqueza del país de manera que el autor traslada al lector aspirante a viajero internacional de cercanía hasta los fiordos castellanos, a la selva húmeda de Garajonay, al Partenón cántabro o la Capadocia andaluza para demostrar que no es necesario cruzar fronteras para descubrir maravillas comparables a las de los destinos más exóticos del planeta.
Desde playas rosadas de Ses Illetes en Formentera que evocan los paisajes caribeños de Harbour Island en las Bahamas hasta espectaculares cordilleras que rodean la albaceteña Aýna en la sierra deSegura y que no tienen nada que envidiar a los Alpes suizos. Asimismo, recorre yacimientos arqueológicos de inestimable valor, como el que concentra la mayor colección de petroglifos de Europa en la pontevedresa Campo Lameiro, de la misma importancia artística e histórica que los de Dabous del desierto de Teneré en Níger.
Con un enfoque original y divulgativo, es la obra perfecta para quienes buscan redescubrir lo cercano o conocer nuevas experiencias sin viajar al extranjero.
El objetivo de este libro es, como explica el autor en la presentación de su guía, “que el lector pueda surcar el planeta azul al tiempo que se deleita con los tesoros más próximos, esos que, por descuido o desconocimiento, le son más ajenos que los foráneos”. Con un enfoque original y divulgativo, es la obra perfecta para quienes buscan redescubrir lo cercano o conocer nuevas experiencias sin viajar al extranjero. Y aunque digan que las comparaciones pueden ser odiosas, esta obra no se trata de una competición sino de una línea argumental para conocer lo cercano.
En Navarra
En lo que nos toca más cercano, esta guía recoge cuatro propuestas en Navarra, una en Bizkaia y otra en Gipuzkoa.
El primer destino propuesto en la Comunidad Foral es Baquedano, en Tierra Estella, y el nacimiento del Urederra, que al autor recuerda el río Celeste, en el centro de Costa Rica y que corre entre las montañas y los bosques del Parque Nacional Volcán Tenorio. El hayedo de Lizardoia, en la selva de Irati, en Ochagavía, es el destino que recomienda el autor para quienes quieran conocer la región de los Cárpatos, en Rumanía, cuyos bosques de hayas forman parte de los parques naturales de Cheile Nerei-Beusnita.
El tercer escenario internacional en Navarra es urbano aunque verde. Se trata del parque Yamaguchi de Pamplona. Inevitablemente remite a los numerosos jardines japoneses que pueblan el país, pero en concreto al parque de Nakajima, en Sapporo, en la isla de Hokkaido, al norte de Japón. Y resulta llamativa esta referencia ya que Pamplona está hermanada con Yamaguchi, que da nombre al parque. Finalmente, propone una visita al rincón sueco de Navarra, centrado en el centro de esquí nórdico del valle del Roncal de Isaba pero extendido al resto de los pueblos: Roncal, Vidángoz, Burgui, Urzainqui, Ustárroz, Garde.
En Bizkaia y Gipuzkoa
En Bizkaia, el puente de Muza en Balmaseda recuerda al Puente Viejo de Mostar, en Bosnia, reconstruido tras ser derribado en 1993 durante la guerra de los Balcanes. Al vizcaíno sobre el río Cadagua también se le conoce como Puente Viejo. Como diferencia, el balmasedano cuenta con una torre de guardia en su estructura.
El crómlech de Oianleku, en Oiartzun (Gipuzkoa), es uno de los monumentos megalíticos que se pueden visitar en el Parque Natural de las Peñas de Aia, probablemente uno de los más espectaculares y peculiares al tratarse de dos círculos secantes de piedras. Esta estructura de la Edad de Bronce y el paisaje que lo circunda recuerda al círculo megalítico de Dromberg, en el irlandés condado de Cork.
En total son 52 destinos internacionales los que se pueden encontrar en esta guía editada por Anaya Touring y que recoge la gran variedad de destinos que puede encontrar el viajero sin necesidad de llevar pasaporte. Si vamos a comparar y a recordar otros lugares, esta es una manera de empezar por lo cercano.
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