Aunque en nuestros alrededores contamos con lugares de mucho interés y que vale la pena conocer, lo cierto es que de vez en cuando apetece desconectar y descubrir otros destinos. Y, lo mejor de todo, es que es posible viajar y conocer nuevos sitios sin desplazarse a grandes distancias. En este caso, a tan solo hora y media desde Vitoria

Hablamos de Lerma, en la provincia de Burgos (Castilla y León). Aunque muchos lo conocen por ser una estación de paso, realmente es uno de los municipios más bonitos que hay en el Estado. Así lo afirma el medio ‘directoalpaladar.com’ en un artículo suyo.  

El encanto y la historia, en Castilla 

La grandeza de esta localidad se remonta al siglo XVII. En aquel entonces, el duque de Lerma, con el beneplácito del rey Felipe III, convirtió al pueblo en un símbolo lleno de poder. Buena prueba de ello son sus obras arquitectónicas, lideradas por la Plaza Mayor

Es una de las plazas más grandes que se pueden encontrar en todo el Estado, cercada de edificios históricos que recuerdan el esplendor que se respiraba en épocas pasadas. Aún así, hay muchas más curiosidades que alberga este municipio burgalés. 

El Palacio Ducal

Uno de los iconos de Lerma es su Palacio Ducal. Esta construcción, que data del siglo XVII y fue diseñada por el arquitecto Francisco de Mora, es considerada como residencia del duque y la corte real de antaño. Su estructura cuenta con una fachada de piedra, arcadas y un patio central.

En la actualidad, cuenta con el Parador de Lerma. Este plan permite a los turistas la posibilidad de hospedarse en una de sus lujosas habitaciones y vivir la experiencia de la era medieval de primera mano, todo ello en el Palacio Ducal. 

Rico patrimonio cultural y religioso

Al margen del Palacio Ducal, Lerma tiene otros monumentos dignos de visitar. Uno de ellos es la Colegiata de San Pedro: se trata de un templo religioso de un valor incalculable con impresionantes obras de arte sacro.

La Colegiata De San Pedro en Lerma T.R. Arlanza

Asimismo, los monasterios de Santa Teresa y la Ascensión del Señor son elementos indispensables del legado religioso y cultural de la villa. Y, por supuesto, el mirador desde el que se puede contemplar la ribera del Arlanza y las colinas que dibujan el pueblo.

El convento de Santa Teresa de Lerma C Delgado

Gastronomía local

Como no podía ser de otra manera, la gastronomía local es otro atractivo de Lerma. El que probablemente sea el plato estrella, el lechazo asado, es un manjar cocinado en hornos de leña, que hace que adquiera una buena ternura y un sabor exquisito. 

Del mismo modo, otro aspecto a destacar es su riqueza vinícola, que se refleja con los vinos de la Denominación de Origen Arlanza. En sus alrededores, hay bodegas tradicionales que representan la tradición enoturística que forma parte de esta localidad. 

Plaza Mayor de Lerma Gfreihalter

Un punto de partida para explorar

Dejando a un lado lo gastronómico y turístico, Lerma es una buena oportunidad para conocer su encanto natural. Ubicado en la comarca de Arlanza, hay un sinfín de rutas de senderismo y excursiones con las que saber más de su historia y estilo de vida. 

Así las cosas, esta amalgama de historia, arquitectura, gastronomía y paisajes convierten a Lerma en un destino imperdible de Castilla y León, y concretamente, de Burgos, no muy lejos de las tierras alavesas. 

¿Cómo llegar a Lerma desde Vitoria?

Para llegar a Lerma desde Vitoria, el primer paso es ir hacia la AP-68 en dirección a Bilbao. Continúa por esta autopista durante unos 60 kilómetros hasta llegar a la intersección con la A-1. Después Toma la A-1 en dirección a Madrid. Aproximadamente a 90 kilómetros de haber tomado la A-1, tendrás la salida hacia Lerma. Recuerda que el viaje puede durar alrededor de hora y media. Por lo tanto, es importante comprobar el estado del tráfico antes de salir. También puedes considerar hacer una parada en alguna de las áreas de descanso a lo largo del camino antes de seguir con tu aventura.