La Unión Europea (UE) y China celebraron este viernes en Pekín su 12 Diálogo Estratégico de alto nivel, en el que el bloque aseguró que no tiene intención "de cerrarse al mundo ni a China" pero sí de protegerse para evitar las sobredependencias.

"Tenemos que buscar un equilibrio entre permanecer abiertos y minimizar los riesgos", afirmó al inicio de las conversaciones el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, quien copresidió la reunión junto al ministro chino de Exteriores, Wang Yi.

Sin embargo, Borrell precisó que cualquier medida que tome la UE será "precisa, proporcional y desde el respeto a nuestras obligaciones internacionales".

La pandemia y el "chantaje ruso sobre las importaciones de energía" han enseñado al bloque europeo que debe "evitar las sobredependencias que pueden convertirse en riesgos", destacó el Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la UE y vicepresidente de la Comisión Europea.

"Somos conscientes del papel creciente de China en nuestros asuntos de política exterior y tenemos que reconocer que nuestra relación ha crecido en complejidad", manifestó el alto representante europeo, quien confió en que el diálogo de hoy sirva para lograr "resultados y acuerdos concretos" en la cumbre que celebrarán la UE y el país asiático a finales de año.

Borrell subrayó que "la UE está comprometida a gestionar sus relaciones bilaterales de forma constructiva y responsable".

Uno de los principales temas sobre la mesa fue la necesidad de equilibrar la balanza comercial, ahora favorable a China y una de las prioridades de Bruselas en su relación con el gigante asiático.

Entre los roces más recientes en materia comercial figura la investigación que la Comisión Europea abrió la semana pasada para determinar si los subsidios que China da a sus empresas de vehículos eléctricos suponen una amenaza para los fabricantes europeos.

También tuvo un lugar destacado en las conversaciones la guerra de Ucrania, que "no acaba en las fronteras europeas y tiene un gran impacto para el mundo entero en términos de seguridad alimentaria e inestabilidad", dijo el alto funcionario.

En este contexto, pidió a Wang que China, como miembro permanente del Consejo de Seguridad de la ONU, use su influencia sobre Rusia para parar la agresión a Ucrania y lograr también la renovación del acuerdo del grano, que permitía a Ucrania exportar sus cereales desde sus puertos a través del mar Negro y del que Moscú se ha retirado.

Además, advirtió de que "cualquier signo de apoyo militar directo o indirecto a Rusia en este conflicto será de gran preocupación" para la UE, aunque precisó que "hasta ahora afortunadamente no ha habido ningún tipo de apoyo militar directo" de Pekín.

Wang indicó que su país toma en serio las preocupaciones europeas sobre comercio y aseguró que China continuará su proceso de reforma y apertura para proporcionar un mejor entorno de negocios a las empresas europeas en el país.

"Hemos dejado clara la preocupación de China sobre la reducción de riesgos de la UE, y en particular la investigación sobre subsidios a los fabricantes de vehículos eléctricos. Urgimos a la UE a evitar tácticas proteccionistas", refirió el ministro.

También recalcó que la relación entre Pekín y la Unión es "de importancia global y no debe estar sujeta a la influencia de terceros países" o a la "confrontación de bloques", a la vez que defendió el multilateralismo para enfrentar retos globales como el cambio climático o las amenazas sanitarias.

Wang opinó que en la reunión hubo "entendimiento" de importancia, sostuvo que las últimas dos décadas demuestran que no existen conflictos de intereses relevantes entre China y la UE y agregó que ambas son "complementarias y necesitan promover la competencia justa y mantener la estabilidad de las cadenas de suministros".

El diálogo de alto nivel estuvo seguido por una cena en la que, según Borrell, él y Wang tenían previsto seguir tratando temas pendientes.

La visita de Borrell se produce tras dos intentos fallidos este año, en abril por haber dado positivo en Covid y en julio a causa de la posterior destitución del exministro de Exteriores Qin Gang.

Desde que China abrió sus fronteras a principios de año han pasado por el país la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen; el vicepresidente de la Comisión Europea y responsable de Comercio, Valdis Dombrovskis; y esta misma semana la comisaria europea de Energía, Kadri Simson.